Al norte del valle roncalés de Belagoa, la montaña de Lakora se encuentra en plena divisoria principal de aguas entre el mar Mediterráneo y el Atlántico. En la esquina más oriental de Euskal Herria, separa al mismo tiempo el recogido valle de Belagoa y el profundo valle de Urdaite o Santa Grazi. Esta montaña llama la atención de sus visitantes por las gargantas abiertas en la vertiente norteña en sus dos extremos.

Para disfrutar de estas impresionantes entalladuras y conocer los distintos escenarios que rodean esta montaña en una jornada, lo mejor es realizar un recorrido circular, donde pasaremos de los extensos prados de Lakora a los densos bosques de hayas que dominan el cañón de Kakueta. Una vez en la cota mínima, en el fondo del recoleto valle de Santa Grazi, se penetra en el interior del cañón de Ujarre hasta desembocar en Eraize. En caso de niebla, lo mejor es optar por otro tipo de excursión

Situados en el refugio A. Olorón y una vez en el desvío de la carretera, el itinerario arranca en componente O. por una de las innumerables sendas abiertas por el ganado por los flancos meridionales de Lakora. Por encima de la carretera, dejaremos más abajo el abandonado cuartel militar de Yeguaceros hasta situarnos en el perfil del amplio collado de Arrakogoiti o Urdaite (1.426 m.), donde daremos vista al sorprendente cañón de Kakueta.

Ligeramente a la derecha (E.), el itinerario gana algo de altura por la loma de Lakora hasta alcanzar los restos de una alambrada y un viejo mugarri. Aquí veremos una senda que permite pasar a la cara norteña de Lakora por encima de la cárcava descarnada de la cuenca superior de Kakueta. Pronto hemos de abandonar la senda para perder altura entre brezales hacia el cercano hayedo en busca del punto más abierto y bajo. Aquí tomaremos una senda que permite cruzar el joven hayedo hasta alcanzar un corredor de saca de madera y, más abajo, una pista «todo uno», donde coincidiremos con el GR 10 (Hendaia-Port-Bou).

Una vez dejada la solitaria majada de Larregorri a nuestra derecha, el descenso se hace largo y fastidioso pese al atractivo paisaje forestal. Tras un cruce de pistas, tendremos una de las pocas ocasiones para ver la profunda entalladura del cañón y, más adelante, el fondo del valle de Grazi, una vez alcanzada una restaurado borda. Finalmente, estaremos en el puente de Gazteluzar, donde abandonaremos el carretil que lo cruza para continuar de frente por una pista hasta entrar en contacto con la entrada del cañón de Ujarre, con unos amontonamientos de piedras y árboles arrastrados por las avenidas de las tormentas y deshielos. Tras cruzar un portillo metálico, la excursión continúa por prado hasta un solitario caserío, donde un portillo de madera nos dará acceso a otro camino y, luego, a una pista que nos llevará cercanos al río hacia la espectacular iglesia de Santa Grazi (s. XI), situada a 640 metros de altitud.

De regreso al portillo de entrada del cañón de Ujarre el itinerario continúa por una senda -al principio por la orilla izquierda- que luego atraviesa varias veces el seco cauce del río entre una vegetación exuberante propiciada por la umbría que proporcionan los altivos farallones rocosos que encierran el cañón. Tras una fuerte subida por la pedrera y alcanzar la confluencia de los barrancos de Erauso y Ujarre, estaremos ante un claro dominado por tres grandes pináculos (SO). Aquí, el sendero se pierde, por lo que hay que dirigirse a la izquierda (S-SE) hacia la entrada superior de Ujarre, donde retornaremos al sendero que nos llevará al linde superior del hayedo.

Superado este resalte, estaremos en el amplio llano de Eraize (1.400 m.), donde hay algunas majadas pastoriles. Una pista nos llevará por los flancos orientales de Lakora al collado de Eraize (1.608 m.), donde encontraremos la carretera de Belagoa a Areta por La Piedra de San Martín. Con la vista puesta en el refugio A. Olorón, del valle de Belagoa, el itinerario continúa por una de la múltiples sendas paralelas a la carretera hasta alcanzar el punto de partida.