COLAPSO DEL PROCESO DE NEGOCIACIÓN POLÍTICA
La izquierda abertzale insta a PSOE y PNV a explicar su posición
La izquierda abertzale trasladó ayer su lectura sobre la ruptura del proceso de negociación y conminó a PSOE y PNV a que expliquen, desde la palestra pública, las razones para su rechazo de plano a la propuesta que la izquierda abertzale puso encima de la mesa para la superación del conflicto. Achacó a ambas formaciones que dijeran no de entrada, sin plantear ninguna alternativa que diera cauce al diálogo y al debate.
Gari MUJIKA | DONOSTIA
La izquierda abertzale ha emplazado públicamente a PSOE y PNV a que digan por qué rechazaron la propuesta de una autonomía política para los cuatro territorios de la Euskal Herria peninsular -que, a su juicio, recoge los elementos esenciales para una superación definitiva del conflicto político- sin ni siquiera dar paso a debatir su contenido y sin ni siquiera poner encima de la mesa ninguna otra alternativa. El mahaikide Pernando Barrena conminó a la formación de Rodríguez Zapatero y a los jeltzales a que expliquen a la sociedad su proceder durante el proceso político y que argumenten el porqué de su negativa a «una propuesta de paz» como la del Anaitasuna.
Barrena, que compareció junto al también mahaikide Joseba Permach, exigió una toma de posición de PNV y PSOE al respecto de su negativa a la propuesta de transición democrática. Un rechazo que, según el político navarro, materializaron sin tratar su contenido y sin presentar otra alternativa en la mesa de diálogo político, lo que ha abocado a que sea la izquierda abertzale la única que «sigue sentada», esperando, en la mesa de conversaciones políticas.
Esquema de «rendición»
Los mahaikides comparecieron ayer en Donostia para describir el estado político actual, una vez que se ha dado por finiquitado el proceso negociador y a tenor de lo publicado en las últimas semanas por GARA.
La rueda de prensa arrancó constatando que pretender abordar un proceso de soluciones políticas «con esquemas técnicos de rendición es simplemente un imposible para encontrar salidas reales a un conflicto», en referencia a la actitud mantenida por el Gobierno español. Pero si además de pretender encaminar el proceso hacia un «esquema de rendición», se pretende «arrinconar» y evitar que una parte de la solución -la izquierda abertzale- no actúe en igualdad de condiciones, es menos posible y viable todavía, tal y como denunció Barrena.
Recordó, además, cómo arrancó el proceso, con Arnaldo Otegi, «un interlocutor principal», encarcelado, en el mismo estado en el que se encuentra ahora. Y añadió que la represión contra la izquierda abertzale también ha sido una constante durante todos estos meses.
«Antes que abordar contenidos políticos, han preferido levantarse de la mesa», apostilló el mahaikide para, acto seguido, dejar en evidencia lo que es más que sobreentendido en el contencioso político de Euskal Herria con los Estados español y francés: primero, que no es con ETA o la izquierda abertzale con el que tiene un problema el Estado español, sino con Euskal Herria y la negación de sus derechos; y, segundo, que un conflicto político requiere lógicamente de soluciones de la misma índole y dimensión.
«Se ha vuelto a equivocar»
En un momento de su alocución, Barrena se centró en el aspecto del alto el fuego, porque, a su entender, «conviene repetir algo» al respecto.
Aunque matizó que «una situación de no violencia, de distensión multilateral por todas las partes, es un factor objetivo importantísimo para que un proceso de diálogo y negociación pueda ser viable», repitió lo que ya afirmó Arnaldo Otegi en la que sería su última comparecencia pública antes de ser encarcelado: que una tregua o alto el fuego es también parte del proceso pero que no es, ni mucho menos, el proceso.
Dicho esto, reconoció de nuevo que la responsabilidad sobre la ruptura de la tregua estriba únicamente sobre ETA, pero que, en la misma medida, la responsabilidad del fin del proceso corresponde únicamente a PSOE y PNV.
Describiendo la actuación del Gobierno español y reflejando la carga de una tregua, la izquierda abertzale denunció que el Ejecutivo del PSOE pretendía convertir un proceso de negociación política en un proceso «de rendición»: pasar del alto el fuego permanente a uno definitivo, en un proceso sin soluciones políticas.
La izquierda abertzale considera que el Gobierno español «se ha vuelto a equivocar». Entiende que yerra porque, tal y como añadió Barrena, «el problema no lo tiene con la izquierda abertzale, sino con este pueblo que se siente nación». Y más denunciable entiende que es, además, el «ocultar o proyectar cortinas de humo a su pueblo dando a entender que el conflicto de aquí no es un problema político».
Pueblo a pueblo, barrio a barrio
Y de la misma forma que aseguran que «las recetas represivas» están abocadas al fracaso, también señalan los representantes de la izquierda abertzale que no afrontar los dos nudos que retroalimentan el conflicto -territorialidad y derecho a decidir- acarreará que el contencioso perdure más.
Ante esta tesitura, Barrena hizo hincapié en que la propuesta presentada en el Anaitasuna, «una propuesta de paz escrupulosamente democrática», sigue con plena vigencia, más si cabe en este contexto político, y que en las próximas semanas y meses la izquierda abertzale priorizará la socialización, pueblo a pueblo y barrio a barrio, de la proposición de una autonomía política para los cuatro territorios del sur de Euskal Herria con capacidad para aplicar el derecho a decidir de la ciudadanía.
Denunció que tanto PSOE como PNV han rechazado la propuesta sin tan siquiera desgranar su contenido y sin plantear ninguna alternativa que diera paso a un diálogo sobre cómo solucionar, de manera consensuada y acordada, el problema enraizado de la territorialidad y del derecho a la libre decisión. «Pensamos que no han abordado la propuesta porque tienen miedo al cambio que deriva de ello», prosiguió.
Pero, a la par que emplaza a PSOE y PNV a aclarar su proceder en este tiempo, la izquierda abertzale no se limita a la espera; desea que esas dos formaciones vuelvan a la mesa de diálogo, pero continúa trabajando en pro de la viabilidad de un proceso democrático que supere el conflicto político y armado.
La izquierda abertzale incidió en el extremo de que una tregua no es en ningún caso el proceso, aunque sí una parte del mismo. «Una distensión multilateral por todas partes es un factor importantísimo para que un proceso pueda ser viable», afirmó Barrena.
Ante la ruptura del proceso negociador, la izquierda abertzale subrayó que su «prioridad principal, por encima de coyunturas o circunstancias, es el de abordar un esquema político para la solución» del conflicto político y armado.
Los mahaikides también consideraron que el Gobierno español yerra si considera que «el problema» lo tiene con la izquierda abertzale, y no con Euskal Herria, que sigue y seguirá, de no resolverlo, exigiendo su reconocimiento y su derecho a decidir.
La izquierda abertzale, además de dar su visión y lectura sobre el estadio político actual y sobre las razones para la ruptura del proceso de negociación, mostró su inquietud al respecto de las declaraciones y movimientos que está llevando a cabo el PNV. Y, en concreto, en torno a los postulados de los cabezas visibles de la formación jeltzale: Josu Jon Imaz e Iñigo Urkullu.
Sin más dilaciones, una vez mostrado el sentimiento de «inquietud» de la izquierda abertzale respecto a las maniobras jeltzales, Pernando Barrena acusó al PNV de estar «jugando sucio, a la trampa». Censuró que ante una oportunidad de calibre histórico para resolver la negación e imposición que pesa sobre Euskal Herria y sus derechos colectivos e individuales, la formación que dirige Josu Jon Imaz haya optado por alinearse junto al PSOE y haya asumido su esquema de proceso técnico.
Pero Barrena fue más allá y adelantó que, a su entender, la formación jeltzale «prepara un nuevo fraude histórico ante la oportunidad de resolver el conflicto».
«El PNV se postula como socio leal del PSOE para un nuevo fraude histórico, ofreciendo un proceso de reforma estatutaria a cambio de hegemonía política e interés propio para otros veinticinco años», añadió el político navarro, para concluir la mención expresa hacia el PNV conminándole a que desde la palestra pública de cuenta a la sociedad vasca sobre su proceder durante estos meses de proceso político.
No obstante, y aunque el proceso negociador haya finalizado «por ahora», Barrena defendió que «sigue habiendo condiciones para hacerlo viable, y el trabajo político para hacerlo realidad es más importante que nunca». Ante las preguntas de los periodistas, el mahaikide negó que a día de hoy haya diálogo político entre las formaciones y reiteró que la única fuerza que sigue en la mesa de conversaciones sigue siendo la izquierda abertzale. No obstante, informó de que como «en las peores condiciones, el contacto político sigue». No concretó su alcance, pero fue tajante al señalar que «no existe ningún tipo de diálogo resolutivo». G.M.
Preguntado sobre qué condición ve la izquierda abertzale para seguir insistiendo en un proceso, Barrena respondió que «hay una sociedad que mayoritariamente exige soluciones por la vía del diálogo y la negociación».