El llamamiento que el lehendakari hizo ayer para la continuidad del tripartito incluso después de las elecciones autonómicas de 2009 deberá aclararlo con el PNV, porque los mensajes que la formación jeltzale transmite no van en esa dirección. Determinados sectores del PNV -tanto seguidores de Josu Jon Imaz como de Joseba Egibar- nunca han llevado bien una fórmula de coalición y de Gobierno que estimaban que premiaba demasiado a EA y a EB y que ataba las manos al PNV. Pero en la legislatura que comenzó en 2001 la apuesta por el tripartito resultó incuestionable porque se sentía que Juan José Ibarretxe había salvado a la CAV de caer en manos de Jaime Mayor Oreja. Sin embargo, las cuentas a partir de las elecciones de 2005 dejaron de estar tan claras y tras lo acontecido en las últimas semanas hay jeltzales que piden mano dura con EA y EB. Sin embargo, con ser esto un problema para la continuidad del tripartito, lo que las palabras de Ibarretxe no pueden tapar es que los mensajes que últimamente lanza la dirección del PNV no están en la misma onda que los de Lehendakaritza. Los ejes estratégicos de futuro no parecen ser los mismos para Ibarretxe y para Imaz o Urkullu, ni en materia de paz y normalización, ni en materia de con quién alcanzar acuerdos. Por lo demás, hoy por hoy, tampoco el Gobierno de Lakua da imagen de ningún liderazgo.