Maite SOROA
El nerviosismo de «Diario de Navarra»
Destapaban en «Diario de Navarra» la reunión secreta entre NaBai y PSN extramuros de Nafarroa y le dedicaban un editorial casi apocalíptico: «las procelosas negociaciones que el PSN está manteniendo con los nacionalistas para conseguir las rien- das del Gobierno de Navarra tuvieron ayer su capítulo más oscuro con la reunión secreta que ambas partes celebraron en las proximidades de Jaca». En opinión del editorialista «el modo de actuar carece de sentido y sólo puede dar lugar a las más aviesas interpretaciones. Si se niega la evidencia qué crédito se puede otorgar al contenido de unos acuerdos». Y alertaba: «Fernando Puras, con 12 diputados, para hacerse con el Gobierno, no tiene más remedio que sumar sus votos con los de NaBai e IUN. Por su parte, NaBai ha dicho repetidas veces que tampoco apoyará a Puras, sin acuerdo previo de gobierno. Pero a estas alturas lo único seguro -además de la actitud incondicional de IUN- es que conviene no fiarse de nada ni de nadie. Los negociadores parecen de acuerdo, al menos, en jugar al despiste, confundir día a día a los ciudadanos y tenerlos en vilo».
Casi al modo de un bálsamo, «El País» ofrecía su visión del asunto. También en el editorial.
Empezaban dejando constancia de que «los socialistas navarros parecen inclinados a pactar con los nacionalistas de Nafarroa Bai, pero no están seguros». Y desgranaba así el meollo de la cuestión: «Por una parte, desean gobernar, y creen tener argumentos morales para desearlo; pero temen, por otra, que una alianza con el nacionalismo provoque un desgaste de sus propios apoyos: en Navarra y en el conjunto de España. De ahí las marchas y contramarchas en las negociaciones de estos días». Pues a ver si se deciden...
Para «El País», el programa de NaBai no deja de ser «nacionalista, y bastante radical», por lo que aconsejan: «Se entienden, las dudas del PSOE. Aparte de su efecto electoral, un fracaso del intento, por falta de bases sólidas, podría tener efectos contraproducentes para el objetivo de integración del nacionalismo en la normalidad institucional de Navarra. Tal vez sea necesario forjar esa alianza en la oposición (y en los gobiernos de los municipios en que sumen mayoría) antes de dar el paso a gobernar conjuntamente». A ver en qué termina el asunto.