iñaki iribarren galbete Miembro de Askatasuna
Las policías de UPN
Acudimos al juicio del parlamentario de Aralar Txentxo Jiménez. Un juicio más de los muchos que se celebran teniendo como protagonistas a la Policía Foral y sus cuerpos antidisturbios. La única diferencia tal vez ha sido que esta vez no se sentaban en el banquillo jóvenes de un gaztetxe, ni participantes en alguna protesta vecinal o alguno de los jóvenes que han sufrido los palos forales en algún pueblo o barrio en fiestas. Esta vez se trataba de un parlamentario que trato de mediar ante los antidisturbios para que no detuviesen a un taxista herido. Gravísimo delito.
Todo poder necesita de la violencia para mantener su status. En Navarra sabemos mucho de eso... pero como éramos pocos parió la abuela y nos crearon un cuerpo represivo más. UPN es consciente de la necesidad que tiene del uso de la violencia, de la represión, para acallar todo aquello que no le guste. Ejemplo de ello lo tenemos en el descarado uso partidista de la Policía Municipal que han hecho Barcina y los suyos con Santamaría a la cabeza. Por eso se han montado su Policía Autonómica, con label foral y han creado un cuerpo especial que se dedica a repartir palos (con mandos venidos de otros cuerpos represivos). Los ejemplos son ya muchos. El patrón es siempre el mismo, primero repartir estopa (taxista herido), más tarde judicialización de la represión (con la inestimable ayuda del fiscal que definió como una pelea entre vecinos el asesinato de Berrueta), y con ese modelo, a ver si logran asustar al personal y mantenerse en el poder cueste lo que cueste. En una palabra, usar la violencia pura y dura, pero de la que no hay que condenar para ser demócrata.
Esta vez, el asunto se ha recogido un poquito más en la prensa... tal vez por ser el acusado parlamentario de Aralar...
Nosotros denunciamos públicamente este caso, igual que los de anteriores semanas y los de la semanas venideras. Mostraremos públicamente nuestra solidaridad con el acusado, sin hacer caso del color de la etiqueta política del represaliado y denunciaremos toda actuación represiva, así como la deriva que esta tomando la Policía Foral en manos ahora de UPN. Eso sí, no nos resistiremos a preguntar públicamente si para entrar en futuros gobiernos forales alguien pondrá como condición el cese total de TODA violencia o si una vez pasado el eco periodístico de esta semana la violencia foral y judicial la seguirán pagando los no parlamentarios con la colaboración inestimable de los que sólo ven violencia en un lado, o cuando por chiripa les salpica a ellos.