Esperamos
No nos queda más remedio que esperar a su vuelta, pero algunos de los programas que últimamente más nos reconfortaban se han ido de vacaciones. Todos se han despedido hasta septiembre, y confiemos en que se cumplan porque ya es demasiado el deterioro que sufre la parrilla de programación a costa de los cambios estratégicos de cadenas, productoras, conductores, como para que, por ejemplo «El Intermedio», que conduce de manera sorprendentemente regular El Gran Wyoming, desaparezca de la pantalla y decrezcan nuestras posibilidades de encontrar en la tele una rato de lucidez, mala leche, postura ante los asuntos políticos coyunturales, ante las barbaridades de los gendarmes del imperio o de los desmanes de la jerarquía, de una manera absolutamente divertida y coherente.
Su última entrega fue magnífica, con el autor de la canción convertida en himno del programa, «El Mariquita», que se ha convertido en algo popular y que en las fiestas del barrio madrileño de Chueca era una banderín de enganche en los preparativos del Día del Orgullo Gay. Con una banda de música, sus colaboradoras habituales, Thais y Beatriz especialmente, han resultado ser complementos perfectos, con gran personalidad que han conseguido cada una en su labor crear un ambiente preciso para el desarrollo general de unos buenos guiones, muy bien interiorizados y defendidos por todos y todas, y con una realización que no busca otra cosa que convertir todo ese material en un producto audiovisual de amplio espectro de audiencia, aunque debido a la poca incidencia de La Sexta, este espacio no es disfrutado, como se merecen, por más telespectadores que encontrarían un lenguaje y una complicidad satisfactoria, una bocanada de aire fresco y crítico.
La falsa encuesta diaria, «Lo que España vota va a misa», es uno de sus momentos estelares, las apariciones del muñeco virtual de Federico Jiménez Losantos una suerte de venganza, ha mejorado con las entrevistas, entre otras razones porque los entrevistados ya saben a qué vienen y conocen el tono del programa. Lo dicho, esperamos a septiembre para poder disfrutar un arto, apenas media hora, de la tele.