Los indígenas canadienses hicieron ayer oír su silenciada voz en protestas por todo Canadá, que incluyeron el bloqueo de la principal vía ferroviaria del país norteamericano.

Un grupo de indígenas perteneciente a la tribu de los mohawks cortó la vía que une Toronto y Montreal, las dos metrópolis del Estado. La compañía ferroviaria VIA Rail suspendió también la línea Ottawa-Toronto en previsión de más acciones de este tipo y en vísperas de la fiesta «nacional» de Canadá, que se celebra el fin de semana.

«Los canadienses y el Gobierno sólo nos tienen en cuenta cuando llevamos a cabo este tipo de acciones», señaló un portavoz del grupo, Shawn Brant, a la cadena CBC.

La Policía lanzó una orden de arresto contra este líder mohawk.

El gran jefe indígena de la provincia de Ontario, Angus Touluse, se desmarcó oficialmente de esta acción concreta aunque se preguntó «por qué hay que hacer bloqueos para forzar al Gobierno a reaccionar».

Desde Ontario, donde tenía previsto participar en una marcha de protesta, el líder de los indígenas del Estado canadiense, Phil Fontaine, aseguró que «queremos, con estas protestas, generar una masa crítica y sin precedentes de apoyo a nuestra justa causa».

Pobreza y cólera

Ya en mayo, Fontaine lanzó un grito de alarma sobre la «vergonzosa pobreza» que sufren los indí- genas en su tierra, el rico Estado de Canadá.

«Muchas de nuestras comunidades están en un punto de ruptura. La cólera se palpa», advirtió.

En Canadá viven 1,3 millones de indígenas, entre una población de 32 millones. Su esperanza de vida es entre cinco y siete años menor y la tasa de suicidios entre sus jóvenes, entre ocho y diez veces superior al resto.

«Hay que acabar con el régimen colonial que seguimos sufriendo», instó Ghislain Picard, líder de los indígenas de Québec y de Labrador.