Los accionistas de la Real deberán elegir hoy, en la Junta Extraordinaria que se celebrará a partir de esta mañana en el Kursaal donostiarra, si ratifican al Consejo presidido por María de la Peña o se abre el proceso electoral que la dirección actual no ha querido propiciar pese a la desconfianza que genera en la afición tras el descenso.

Se espera una Junta dura para el Consejo porque son muchos los pequeños accionistas que han anunciado el rechazo a su continuidad, a pesar de que ha manejado los tiempos y la elección de Toshack como no se sabe bien qué para dar la impresión de que los dueños de la Real deben elegir hoy entre ellos o el vacío al estar supeditado su proyecto deportivo a la ratificación del grupo presidido por María de la Peña.

El orden del día comienza con la lectura del informe de la presidenta, que expondrá el proyecto deportivo y los cambios que han introducido en el Consejo y en el organigrama técnico del club y después se someterá a la confianza de la Junta.

Claro que Agustín Zulueta, hijo de Emilio -presidente de la Real desde 1956 y 1960 e impulsor del intento de remoción del Consejo de Astiazaran en la Junta del 30 de diciembre del 2004- ya anunció ayer en la rueda de prensa convocada por APARS que invitará a la presidenta a dimitir y que a partir de ahí comenzará una estrategia organizada y planificada con el objetivo de conseguir el cese de la dirección, que incluye aprovechar unos defectos de forma que ven en la convocatoria.

El reflejo de la división

APARS es el único grupo organizado que se ha presentado ante la sociedad como alternativa, pero tampoco buscará su entrada en el Consejo, si no la elección de unos administradores que se encarguen de dirigir el club durante un par de meses hasta la convocatoria de elecciones y que lleven adelante un proyecto deportivo que, según trasmiten, incluye la presencia en el banquillo de un técnico guipuzcoano de gran experiencia en el fútbol de élite.

Tanto ese entrenador como las verdaderas alternativas al Consejo han manifestado que sólo quieren salir a la luz pública en el caso de que no sea ratificado el Consejo, y en ese objetivo se van a juntar muchas acciones. Otra cosa es que todas estén de acuerdo en los nuevos administradores que pondrá APARS. En caso de no ratificación y de no ser tampoco respaldados por mayoría los propuestos por APARS, correspondería al Consejo actual llevar adelante e club hasta la celebración de elecciones. Es decir, lo único seguro es que de no haber ratificación habrá elecciones en setiembre o octubre.

La mayoría da por hecho que el Consejo sea ratificado a pesar de que no cuenta con la confianza ni de los que les apoyan. El ejemplo más claro es el apoyo del DV condicionado claramente a la presencia de Toshack. Hasta la elección del galés apostaba por un cambio del Consejo y por la entrada de Miguel Santos como presidente, pero como el galés y el navarro son incompatibles, ahora se apuesta por el grupo que ha hecho lo que llevan tiempo pidiendo.

El cambio de la línea del DV puede tener una influencia en el desarrollo de la Junta ya que provocará una desmovilización del pequeño accionista. Claro que eso también es un arma de doble filo, porque el que se va a movilizar es el pequeño accionista descontento y aquellos que apuestan por Santos, que ya ha dejado claro que en el caso de cese del Consejo estaría dispuesto a entrar en escena.

Si no lo ha hecho hasta ahora es por el desconocimiento de los apoyos que tiene el Consejo tras la ampliación. El propio formato de la Junta implica que accionistas importantes como Kutxa, Astore y otras empresas que tienen relaciones comerciales con la empresa apoyen a De la Peña. Se da por hecho que el Consejo puede tener en la Junta el apoyo de más de 30.000 acciones y la duda estriba en conocer la cantidad de pequeños accionistas descontentos que se van a movilizar. Además muchos entienden que celebrar unas elecciones en el inicio de temporada perjudicaría al equipo. Ese es el gran problema.

La cita de hoy debía haberse realzado hace tiempo en forma de elecciones normales en las que hubiera conseguido una sola candidatura de consenso. No se ha hecho lo necesario y hoy la Junta volverá a ser escenario de la división que vive el club. Unos sacarán más acciones que otros, pero la Real perderá seguro mientras no haya unión.