GARA > Idatzia > Kultura

La Feria del Libro donostiarra premia a Atxaga y Beldarrain

La Feria del Libro de Donostia entregó ayer a Bernardo Atxaga y Mila Beldarrain los Premios Euskadi de Plata por las buenas ventas obtenidas por sus respectivos libros «Markak» y «Domenja de Oñate».

GARA| DONOSTIA

Bernardo Atxaga y Mila Beldarrain reivindicaron ayer los premios Euskadi de Plata, que concede el Gremio de Libreros de Guipúzcoa, como acicate para fomentar la lectura y también, en palabras del autor de «Obabakoak», como vía de acceso a literaturas minoritarias, caso de la escrita en euskara.

Los dos escritores recibieron este galardón en Donostia al haber sido sus obras, «Domenja de Oñate», de Beldarrain, y «Markak. Gernika 1937», de Atxaga, las más vendidas en la capital guipuzcoana durante el Día del Libro, celebrado el pasado 23 de abril. El ensayo en el que Atxaga reflexiona sobre el bombardeo de Gernika ha recibido el galardón en el apartado de euskara, mientras que el de castellano es para la obra en la que Beldarrain recrea el Donostia del Renacimiento para contar la historia de una mujer que lucha por su derecho a la cultura y la educación. Andoni Arantzegi, presidente del Gremio de Libreros de Guipúzcoa, y Alberto Martínez de Aranberri, director cultural de Kutxa, fueron los encargados de entregar a ambos autores la placa que les acredita como ganadores de los últimos Euskadi de Plata, un acto que coincide con la celebración de la Feria del Libro en Donostia.

Atxaga señaló que cada vez va siendo más visible en Euskal Herria la «gran concentración» del mercado del libro en unas pocas editoriales, un fenómeno que ya se observa en el Estado francés y los países anglosajones y que, aunque no le parece «del todo negativo», sí cree que tiene «consecuencias» para la literatura en lengua vasca porque las obras de las grandes firmas son las que se acaban imponiendo en los «escaparates».

Destacó que, ante una situación como ésta, la literatura en euskara debe buscar sus «cajas de resonancia», que encuentra en su opinión en iniciativas como los premios que conceden los libreros guipuzcoanos. Lo que el autor de «El hijo del acordeonista» sí considera «imposible» es lograr que se reduzca el número de obras publicadas y aseguró que si eso ocurriera «habría cambiado el mundo». «El tema fundamental para mí, sin ponernos estupendos o pueblerinos, es qué hacen las librerías», se preguntó.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo