GARA > Idatzia > Mundua

Dos accidentes nucleares reavivan el debate sobre las centrales en alemania

Las labores de los bomberos para controlar el incendio en la central nuclear de Krümmel, al norte de Alemania, han continuado en los últimos días. El jueves empezó a arder el edificio donde se encuentra el transformador. El sábado los bomberos de la central nuclear aún estaban apagando focos de fuego en el lugar.

Ingo NIEBEL

Dado que las temperaturas alcanzaron los 700 grados, los especialistas no han podido entrar en el recinto para investigar las causas del incendio, informó Ivo Banek, a la sazón portavoz de la empresa propietaria Vattenfall. Banek no pudo decir cuánto tiempo iban a durar los trabajos para reparar los daños.

El fuego en Krümmel se produjo el jueves cuando un cortocircuito paralizó la cercana central nuclear de Brunsbüttel. Debido a ello se incendió un turbina. Dos horas más tarde otro cortocircuito afectó a la central de Krümmel prendiendo fuego al aceite del transformador. El viernes el portavoz de Vattenfall no quiso descartar que pudiera existir una relación entre los dos acontecimientos. «Si un gran suministrador como Brunsbüttel sale de la red eléctrica, entonces se producen grandes desniveles entre las tensiones», explicó Banek. Este hecho podría haber producido el accidente en Krümmel. Cuando Brunsbüttel dejó de suministrar energía, en Hamburgo unos 800 semáforos se apagaron y también el metro tuvo que suspender sus actividades por algún tiempo.

Ahora la Fiscalía de Lübeck ha abierto diligencias por el suceso en Krümmel porque se desconocen las causas del incendio. Ambos incidentes provocaron el paro inmediato de las dos instalaciones atómicas.

En estos casos la legislación alemana requiere que el Ministerio de Asuntos Sociales de Schleswig-Holstein autorice el relanzamiento de las dos centrales porque a esa institución corresponde el control de la industria atómica. La ministra Gitta Trauernicht mantuvo varias conferencias con representantes de Vattenfall Europe. Además encargó sendos informes técnicos tanto al Instituto de Supervisión Técnica (TÜV) como a la compañía de seguros Germanischer Lloyd. El sábado autorizó la reactivación de Brunsbüttel. Esta central empezó a funcionar en 1977. En 2019 debería dejar de producir energía nuclear como también la central de Krümmel, que es activa desde 1984.

A cambio varios grupos ecologistas han exigido la desactivación inmediata de los dos reactores. Además solicitan que Alemania abandone cuanto antes la energía nuclear. Varias organizaciones han anunciado que van a realizar manifestaciones en Krümmel. Greenpeace está presente con su barco Beluga II, amarrado cerca de la central nuclear. Ha izado un cartel que dice: «Señora Merkel: ¡No necesitamos la energía nuclear!».

Problemas en el Gobierno de Merkel

El tema causa problemas en el seno del bipartito dirigido por la canciller cristianodemócrata. Su ministro de Protección del Medio Ambiente, el socialdemócrata Sigmar Gabriel, aprovecha la situación para meter en vara a la industria nuclear. Esta última utiliza la llegada de los cristianodemócratas al poder para descafeinar el acuerdo sobre el abandono de la energía nuclear. Aquel pacto lo firmó con el gobierno rojiverde en 2000. «Cuánto más tiempo funciona una central nuclear, tanto más es probable que pase algo», opina Gabriel. La CDU de Merkel quita importancia a los accidentes. Existe incluso un sector que aboga por la construcción de nuevas centrales nucleares.

Los Verdes intentan recuperar protagonismo desde que el nuevo partido socialista Die Linke también muestra su faceta ecologista. Su copresidente, Reinhard Bütikofer, exige sólo una investigación de lo ocurrido mientras que Hans-Kurt Hill, portavoz de política energética de Die Linke, relaciona los dos accidentes con que la industria ha ahorrado en sistemas de seguridad. Recuerda que hace pocos días el jefe de la Oficina de Control, Matthias Kurth, advirtió ante posibles apagones por la falta de las correspondientes inversiones en la técnica. Además vincula el caso de Brunsbüttel con el de la central nuclear sueca de Forsmark, también propiedad de Vattenfall, donde un cortocircuito causó casi la explosión del reactor.

El gobierno de Merkel va a celebrar hoy su tradicional cumbre energética con la industria para tratar la protección del clima. La energía nuclear será ahora otro punto más en la agenda.

los alemanes quieren terminar con la energía nuclear

En agosto de 2006, un sondeo, encargado por el diario centroliberal «Süddeutsche Zeitung», dio como resultado que el 62% de los alemanes se inclina por el adiós a la energía atómica. Poco después una encuesta de la Universidad Phillips de Marburg descubrió que dos tercios de alemanes no sólo quieren abandonar a esa fuente de energía sino que incluso quieren acelerar su fin.

El 15% de los encuestados prefiere una salida más lenta. Una absoluta minoría opta por más centrales nucleares.

En 2000 el canciller socialdemócrata Gerhard Schröder y su ministro de Medio ambiente, el verde Jürgen Trittin, acordaron con la industria nuclear la sucesiva desactivación de los 19 reactores hasta 2020.

En la campaña electoral del año 2002, el candidato a canciller por la CDU, Edmund Stoiber, prometió derogar esta legislación si salía elegido. I.N.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo