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«Más bajo en el Tour no puedo caer, a poco que haga será mejorar»

Iban MAYO, Saunier Duval-Prodir

Iban Mayo tiene una asignatura pendiente con el Tour pues los tres últimos años ha fracasado estrepitosamente. En 2003, alcanzó la culminación de su carrera cuando venció en Alpe d'Huez y fue sexto. Desde entonces, no ha dejado de sumar éxitos pero se ha estrellado en la prueba francesa. Realista, se olvida de la general y apuesta por ganar una etapa y si es en los Pirineos, mejor.

Unai IRARAGORRI | DURANGO

Antes de partir hacia Londres, el de Igorre adelantó a GARA sus inquietudes ante su sexto Tour. Ha afinado, y mucho, su puesta a punto respecto al Giro, donde una sensacional victoria de etapa le dio «vidilla» y ha preparado «a tope» su cita anual con el Tour. Este año espera devolver el golpe a tres años anteriores de frustración. «Si gano una etapa de los Pirineos, ya me puedo retirar tranquilo», asegura.

¿En qué momento cree que llega a la salida de Londres?

Lo mejor que he podido llegar, luego se verá sobre la marcha en carrera. Pienso que no llego mal.

Llega sin competir desde el Giro, ¿por qué?

Sí, porque disputar Suiza o Dauphiné era muy seguido, y he optado por descansar y entrenar para llegar un poco fresco a la salida.

La victoria en el Giro tuvo que ser un revulsivo.

Volví a casa contento, con la moral intacta y con ganas de seguir entrenando y luchando. Una victoria siempre te da vidilla. Acabé físicamente bien el Giro, descansé un poco y volví a entrenar para intentar mejorar mi rendimiento y ponerme a tope.

Ha inspeccionado las etapas de los Pirineos.

Sobre todo, la etapa del Aubisque pues no conocía Larrau y San Martín. Me han parecido muy duros. Tienen un porcentaje de rampas impresionante. Es la etapa reina del Tour, sin duda.

¿Con qué objetivo afronta el Tour?

La idea es planteármelo igual que en el Giro, ganar una etapa. Si tienes un día bueno y triunfas, prácticamente has hecho la vuelta. El Tour es más complicado pero espero poder hacer lo mismo que en el Giro, y el día que tenga bueno aprovecharlo e intentar llegar lo más arriba posible.

Pero ganar una etapa en el Tour debe ser más complicado que en el Giro.

Mi puesta a punto viene a ser mejor que en el Giro, está claro. A veces, son circunstancias, para ganar hay que andar muchísimo, aunque también hay gente que gana y no está tan bien. Todo el mundo prepara el Tour. Los 200 corredores que estamos en la salida intentamos llegar lo mejor posible porque sabemos que es la carrera más importante de todo el año, y la competencia es más complicada. Ganar cualquier carrera es muy difícil, pero en el Tour todavía más, las etapas están carísimas. Nadie va al Tour a preparar otra carrera.

Así que se quiere olvidar de la clasificación general.

Sí, desde luego que sí. Una cosa puede llevar a la otra, pero en principio mi idea es intentar ir a por una etapa. Yo lo prefiero. En el Giro, hubo días en los que podía haber entrado más adelante en etapas de montaña y posiblemente podía haber hecho un mejor puesto en la general, entre los quince primeros, pero al final es más importante una victoria de etapa que ser el 15º o el 10º. Una etapa tiene más trascendencia. Yo, por ejemplo, no sé quién hizo cuarto o quinto en el Tour el año pasado, no me acuerdo. En cambio, sé quién ganó en Alpe d'Huez. Personalmente, valoro más una etapa que ser cuarto o quinto, siempre que no sea entrar en el podio.

¿Una etapa en los Pirineos colmaría sus aspiraciones?

Ya he dicho que si consigo una etapa en Pirineos en el Tour, ya me puedo retirar tranquilamente del ciclismo. Sé que hace años se hablaba mucho del Tour, que si ganar o hacer podio, está claro que no es así y no puede ser así. Pero el hecho de intentar ser protagonista en las etapas de montaña y tener opción de victoria también es importante. Así que si consigo una victoria en los Pirineos podría decir adiós al ciclismo más tranquilo, aunque también lo haría ahora.

Además, se querrá resarcir de su retirada el año pasado en Vielha.

En aquel momento sí que me afectó y me dolió como sucedió todo. Pero estamos en otro Tour, y todo pasa y todo llega. Aquello queda atrás. Ahora tengo nuevas esperanzas e ilusiones. Son momentos de caída que pasan.

¿Pesan los fracasos en el Tour de los tres últimos años?

Tampoco he pensado que he fracasado, simplemente pienso que más bajo no puedo caer en el Tour, así que a poco que haga será mejorar lo que hecho hasta ahora. La recompensa por ganar el Tour es enorme.

El equipo no tiene un jefe de filas definido por lo que debe suponer más libertad de movimientos.

Sí, sí, en el Giro Simoni era el líder indiscutible. En cambio, en el Tour no tenemos a nadie en el equipo cara a la general. La mentalidad es otra, conseguir victorias de etapa. Ni tenemos ni vamos apostar por un corredor para la general más tras la baja de Gómez Marchante, sino por ser protagonistas en fugas y en la montaña.

¿Qué opinión tiene sobre la firma de la carta antidojape de la UCI y que exige el Tour?

Es muy sencillo: para ir al Tour hay que firmar y para seguir en el ciclismo, también. Alargarlo en el tiempo no tiene sentido; es una imposición. Te puedes negar, pero si no corres el Tour... Es la mayor carrera hoy en día, la que más trascendencia tiene, es como un Mundial de fútbol que se disputa todos los años. Si no corres allí, cuando el año siguiente te van a renovar en el equipo te lo van a tener en cuenta. Al final cuando llevas toda la vida aquí no te queda más remedio. De acuerdo, pienso que no estamos muchos corredores desde luego, pero tampoco tenemos otra solución porque es una cosa que se ha impuesto.

¿Piensa que algún día el colectivo ciclista podrá estar unido?

Si hace tiempo no hubo unión, tampoco la va a haber ahora. Es muy difícil porque hay mucha confusión. Yo creo que es un deporte muy individualista. Si tienes un problema estás solo, el equipo rápidamente te aparta y tú mismo te tienes que buscar abogados... No nos ayudamos unos a otros; estamos en un callejón sin salida en el que va cayendo la gente y hasta que no te toca a ti... Eso es lo que hace que no tengamos confianza y no haya unión.

Precisamente, usted pudo vivir esa situación cuando revelaron su «no-negativo» en el Giro.

Te duele porque puede dañar una imagen. `Otro más que ha caído', pensarían muchos. Gente que no entiende tanto y lee por encima se puede quedar con esa imagen. Me dolió la forma en que se filtró. Además de un tema que no tenía nada, que no se había contrastado, ya lo daban como un positivo. El daño que se hace al corredor no tiene precio, ¿cómo lo arreglas? Quieras o no tu imagen pública queda dañada.

¿Qué le parece la cascada de confesiones de consumo de EPO de Zabel o Riis, por ejemplo?

La verdad es que no les veo mucho sentido, ¿qué quieren con eso? No entiendo a cuenta de qué han venido ahora esas declaraciones. Que hubieran sido valientes y las hubiera dicho aquel mismo año, en el momento, y hubieran asumido las consecuencias. Ahora es ilógico.

«Cuando estás arriba tienes mil llamadas pero cuando estás abajo sólo tres o cuatro»

Mayo ha demostrado ser un corredor de contrastes. Pasa del blanco al negro en un santiamén. Pese a todo, es el ciclista vasco en activo más laureado, con 23 victorias. Esa montaña rusa deportiva le ha impedido alcanzar las cotas más altas a las que aspiraba. A sus 29 años, sí que alcanzado la madurez, sabe cuál es su sitio y lo que quiere, y por ello lucha siempre de cara. Lógicamente, hace un balance positivo de su trayectoria.

Cumple su octava temporada profesional, ¿qué ha cambiado respecto a aquel muchacho que empezó en 1999?

He cambiado mucho. De joven te afectan más las cosas, los comentarios, lo que se dice de ti, la presión te puede afectar de otra manera. Con los años, valoras más la gente que ha estado y está contigo porque cuando estás arriba tienes mil llamadas y cuando está abajo del todo tienes tres o cuatro, de los de siempre, además. Siempre lo digo pero es cierto. Eso con los años lo valoras más, quién está contigo y por qué están, y las cosas las ves con otra perspectiva: es un trabajo y caes en gracia a unos y a otros no. Al final lo asimilas, lo entiendes lo mejor posible y haces tu trabajo lo mejor que puedes, y no le doy tantas vueltas como le podía dar antes.

¿Ha conseguido ser el corredor que esperaba ser?

He conseguido más cosas de las que creía cuando debuté en profesionales. Me han llegado cosas que no esperaba y cuando he conseguido esas cosas he esperado otras mayores que no he conseguido, eso también es cierto. Pero en una valoración general no esperaba el palmarés que tengo ahora. Sí que ha habido momentos en mi carrera en los que podía conseguir cotas mayores que luego no han llegado. Ahora mismo con lo que tengo y, echando un vistazo atrás, estoy contento porque he conseguido más de lo que creía. Aunque siempre quieres más.

El Tour puede resumir su carrera. ¿El año pasado vivió su momento más bajo como profesional?

De lo más bajo seguro, porque sabía que estaba bien, así lo había demostrado en Dauphiné, pero se me destrozó todo y no podía ni seguirles en el llano. Una vez más retirarme así del Tour era la historia de siempre y molesta dejar así una carrera. Sí que le das vueltas y te preocupa, pero no queda más remedio que pasar página.

Asimismo, en el Tour ha alcanzado su mayor éxito, cuando venció en Alpe d'Huez.

Seguramente. Venía de hacer un gran año y desde luego que la culminación fue ganar en Alpe d´Huez.

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