Alberto Castro
Solidaridad con Patxi Ibarrondo
Sirvan estas líneas para mostrar mi solidaridad con el periodista Patxi Ibarrondo, ex director del semanario cántabro «La Realidad», que fue clausurado en diciembre de 2001, y que ahora, mediante sentencia irrevocable del Supremo, deberá hacer frente a un cuantioso pago por atentar, según dice la citada sentencia, contra el honor de Carlos Sáiz, lider del PP cántabro. Y si no fuera suficiente, la jueza Laura Cuevas ha dictado el embargo de su pensión por enfermedad de invalidez absoluta, lo que le coloca en una difícil situación personal, aunque él prefiere llamar la atención sobre el fondo del problema, es decir sobre los abusos interminables de los políticos y empresarios de Cantabria que se habían estado denunciando en su publicación hasta que fue clausurada.
«La Realidad», según he podido saber no hace mucho tiempo, fue un ariete de higiene social contra los banqueros, especuladores urbanísticos y otros aprovechados franquistas que han hecho de Cantabria su «bunker» particular. Una situación difícil de solucionar, porque como precisa él mismo en el periódico quincenal de actualidad crítica «Diagonal», «la estatua abominable del dictador sigue ahí y el callejero de la capital -Santander- en una afrenta a la concordia democrática».
Este es, por lo tanto, un caso más en el que la libertad de expresión es arrasada: «Egin», «Euskaldunon Egunkaria», «Ardi Beltza», «Kale Gorria»... Patxi Ibarrondo dispone de un blog en internet («El Antídoto»), dentro de la página web patxibarrondo.com.