TOUR Primera etapa
McEwen vence con una mano
El australiano del Predictor-Lotto sufrió una caída a falta de 15 kilómetros pero supo mantener la calma y remontó para lanzar un ataque final y vencer, convirtiéndose así en el corredor en activo con más victorias en la Grande Boucle, 12, empatado con Zabel
Unai IRARAGORRI | BILBO
En el Tour sólo ganan fenómenos. Si el sábado Fabian Cancellara, que conservó el amarillo, dio una exhibición en el prólogo, ayer Robbie McEwen dio otra, sin ninguna duda. El australiano remontó después de una caída y su zarpazo en los últimos 150 metros fue espectacular. Ganó se puede decir con una mano porque sufre molestias en la muñeca derecha y él mismo puso en duda su salida hoy. «En el esprint no sentía nada por la descarga de adrenalina», dijo el aussie.
McEwen ganó con autoridad, a lo campeón, y de paso, sumó su decimosegunda victoria en el Tour, lo que le convierte en el corredor más laureado en activo en la carrera francesa, igualado con Erik Zabel.
A sus casi 35 años -los cumplirá el próximo 24 de junio-, McEwen parece incombustible. Y vaya si lo demostró ayer. A falta de 15 kilómetros, sufrió un enganchón y se fue al suelo, también Zandio, Moreni y Lancaster. La carrera iba lanzada, a mil por hora, pero la veteranía es un grado y el australiano ni se inmutó, al menos, aparentemente. Rápidamente, el Predictor-Lotto se organizó, aunque la caza se complicó porque había una cota de por medio. El objetivo quedó cumplido a falta de seis kilómetros, aunque le quedaba otra tarea igual o más difícil, alcanzar la cabeza.
Como siempre, los últimos kilómetros resultaron repletos de tensión. Lampre y Quick Step tomaron el mando e imprimieron una velocidad de vértigo. McEwen, lastimado además en la mano derecha, ni aparecía. Por el contrario, Boonen seguía la estela de sus compañeros y Freire trasmitía muy buenas sensaciones.
Se las prometían muy felices, pero ninguno de los dos contaba con la aparición del meteoro McEwen. Fue exagerado y espectacular a la vez. ¡Qué arrancada! A falta de 200 metros no iba ni entre los diez primeros, pero, de repente, su ataque a falta de 150 metros fue tal que alcanzó la cabeza y cruzó la meta con una bicicleta sobre Hushovd y Boonen. Increíble.
Sin el rey Petacchi en la salida del Tour, McEwen debía ser el gran favorito. El canguro inauguró su palmarés en el Tour en 1999, si bien no fue hasta 2002 cuando empezó a acumular victorias en el Giro y en el Tour. Sus figuras son dobles porque desde entonces, salvo en 2003, ha ganado tanto en Italia como en el Estado francés, para sumar nada menos que 12 etapas en cada vuelta. En particular, en el Tour se estrenó en 1999 con una etapa, ganó dos en 2002 y 2004 y tres en 2005 y 2006.
Este año, la salud y los problemas físicos han reducido su palmarés -suma seis triunfos con el de ayer- pero no falló en el Giro, con una etapa, y en Suiza ya avisó de su buen estado de forma con otra etapa. Y tampoco lo ha hecho en el Tour para alzarse con la número 12 y alcanzar a Zabel como el más laureado en activo en el Tour. En total, criterium incluidos, ha pasado ya las 150 victorias.
Protagonismo de Millar
La primera etapa, de nuevo en tierras británicas, contó con numeroso público. Auge (Cofidis) lanzó el primer ataque del Tour 2007 en el kilómetro uno -Rubén Pérez (Euskaltel-Euskadi) también lo intentó-, si bien fue Millar (Saunier) el que tuvo fortuna. El escocés caminó en solitario hasta que fue alcanzado en el kilómetro 48 por el propio Auge, Bichot (Credit Agricole), Grivko (Milram) y Kuschynski (Liquigas).
La máxima diferencia sobre el pelotón, controlado por el CSC del líder Cancellara, fue de seis minutos, hasta que Quick Step y Credit Agricole imprimieron un fuerte ritmo. La ventaja comenzó a decrecer, pero el maillot de puntos rojos de la montaña estaba en juego. Millar, que se había llevado los tres puntos en la primera cota, se descolgó, y entonces Auge vio su oportunidad. Se vació para pasar primero por la tercera y última cota, a falta de 20 kilómetros, y lo consiguió, pero Millar no se descuidó y fue segundo y gracias a su mejor puesto en la general es el primer líder de la montaña.
Con la llegada a Bélgica, los esprinters tienen hoy su segunda oportunidad. Con la duda de McEwen, Boonen tratará de lucirse ante los suyos.
«Sinetsi ere ezin dut egin», aitortu zuen Robbie McEwenek helmuga pasa eta gero. Ez berak ezta bere etsaiek ere, hogei kilometro besterik falta ez zirela jausi baitzen esprinterra. Mina hartu zuen, gainera, baina amorruak eta, batez ere, taldeak lagunduta, tropela harrapatu eta garaipena lortu zuen.
«Ikusgarria izan da taldekideek egin dutena -goraipatu zuen-. Inoiz baino gehiago eskertu behar dut beren lana». Australiarrak berak esan zuenez, «helmugara iristeko hogei kilometro falta zirela jausi naiz eta kolpeak belaunetan eta eskuetan jaso ditut, batez ere, erorikoak gorputz osoa minduta utzi didan arren. Egia esateko -onartu zuen irabazleak-, momentu horretan tropela harrapatzeko eta, are gutxiago, esprinta lehiatzeko aukerarik ez nuela pentsatu dut. Oso ondo prestatu dut Tourra eta bat batean lan hori hutsean geratuko zela pentsatu dut».
Baina azken finean ideia horrek Lottokoa lagundu zuen. «Izugarrizko frustrazioa sentitu dut baina amorru horrek indarra eman dit. Taldekideek egindako lan izugarria gehitzen badiozu, baduzu azalpena». Azalpena eta lortutako helburua ere bai, McEwenen hitzetan, «etapa bat irabazi nahi nuen. Nahiko nuke gehiago lortzea, baina hemendik aurrera lasaiago arituko naiz, presiorik gabe».
Etapan protagonista izan genuen ere Stephan Augé. Frantziarra iheskan ibili zen eta garaipena edo mendiko maillota lortu gabe ere, pozik amaitu zuen eguna. «Nolabaiteko desengainua hartu dut mendiko maillota ez eskuratzeagatik -aitortu zuen- baina ez dut erabateko porrot gisa hartzen, ez dut oraindik azken hitza esan».
Cofidisekoaren hitzetan, izan ere, atzokoa nolabaiteko beroketa izan zen. «170 kilometrotan iheska ibili naiz eta horrek ohitura hartzeko balioko dit. Urtean zehar 3.000 kilometro inguru egiten ditut iheska; asko falta zaizkit oraindik, beraz».
Tras el disgusto de la víspera, David Millar fue ayer uno de los corredores más activos de la jornada. Se metió en la escapada, peleó las bonificaciones, acabó el día como líder de la montaña y recortó diferencias con Fabian Cancellara.
Joxean Fernández Matxin explicó posteriormente que el escocés tenía «libertad para meterse en alguna fuga o para intentar saltar al final, que también le podía venir bien».
Una vez atrapado Millar, las opciones de Saunier Duval pasaban por Fran Ventoso, que no pudo superar a los grandes favoritos, aunque su director tiene claro que «hay que intentarlo. Está claro que hay grandes corredores, pero Ventoso también puede convertirse en uno de ellos, por qué no».
No será el velocista el único que pruebe fortuna porque, como subrayaba Matxin, sus corredores han llegado «muy bien» a este Tour y tienen opciones para brillar en todos los terrenos. De momento, ya se han dejado ver desde la primera etapa. «Es la línea que siempre hemos tenido, la que nos gusta tener carrera y la que intentaremos seguir teniendo».
Eduardo González se convirtió ayer en el primer corredor en abandonar el Tour 2007. El corredor de Agrituble no se percató de un parón en la caravana y chocó con fuerza contra la luna trasera -la atravesó, de hecho- del coche de Caisse d'Epargne. Fue evacuado con fuertes dolores en pecho y hombro aunque, según las primeras pruebas, sólo sufre una fisura en la clavícula.
Gilberto Simoni dejará Saunier Duval tras haberse comprometido con el equipo Diquigiovanni para la próxima temporada. El italiano correrá el Giro y después se pasará a la mountain bike con el objetivo de disputar las Olimpiadas de Pekin. Sí seguirá a las órdenes de Matxin hasta 2010 Riccardo Riccó, que ha mejorado su sueldo de los 40.000 a los 600.000 euros. Los rumores, por otra parte, apuntan a la marcha de David Millar.