Al menos 40 personas fallecieron y los heridos se cuentaron por decenas ayer, en otra jornada de violencia 24 horas después del atentado que dejó más de 150 muertos en Amarli, al norte de la capital.

El peor de los ataques registrados ayer acabó con la vida de 23 reclutas y soldados en un centro de reclutamiento del Ejército iraquí ubicado en la localidad de Al Hesua, a unos 40 kilómetros al oeste de la capital. Según fuentes policiales, un suicida hizo estallar un camión-bomba que conducía en medio de decenas de uniformados que esperaban frente al centro de reclutamiento.

Además, siete personas fallecieron y otras 20 resultaron heridas en la explosión casi simultánea de dos coches-bomba en Bagdad, confirmaron portavoces de seguridad. Según dichas fuentes, el estallido del primer vehículo causó seis muertos y quince heridos en las proximidades de una fábrica de pieles en el barrio de Al Karrada, en el centro de la capital.

El segundo vehículo explotó cerca del hotel Al Hamrá, situado también en el centro de Bagdad, y causó la muerte de una persona y heridas a otras cinco.

Poco después, un artefacto explosivo acabó con la vida de un civil e hirió a otros tres en el mercado de Al Shorya,

Por otra parte, Ibrahim Hamdi y Jalaf Yazaa, miembros del consejo de la gobernación de Ninive, en el norte del país, fueron acribillados por un grupo armado en el Barrio del 17 de julio, en el oeste de Mosul.

Asimismo, siete civiles murieron y otros 31 están heridos en ataques lanzados con morteros por desconocidos contra las localidades de Bohraz y Al Jales, en la provincia de Diyala, al noreste de la capital iraquí.