Agustín GOIKOETXEA

Quienes circulaban ayer en torno a las 10.00 por las cercanías de Sabin Etxea descubrieron muy pronto que no era una jornada lluviosa más en este verano que no acaba de arrancar. Frente a la sede central del PNV, representantes de medios de comunicación y agentes de la Ertzaintza aguardaban la llegada de una representación de vecinas y vecinos de Ondarroa, que apoyaron el 27 de mayo masivamente a EAE-ANV en las urnas a pesar de que la lista había sido anulada por el Estado español. El objetivo de los simpatizantes ekintzales era denunciar la actitud que mantiene la formación que lidera Josu Jon Imaz respecto a la constitución del Ayuntamiento y reclamarle que respete la voluntad de la ciudadanía.

El autobús procedente de la costa vizcaina llegó y sus ocupantes, provistos de carteles y pancarta, descendieron del vehículo para sumarse a las decenas de personas que les aguardaban. Quienes no conocían el objetivo de los concentrados lo supieron en el instante en que se desplegó una pancarta con el lema «Ondarrutarron berbi errespeta! Demokrazia herriarentzat», rubricada por ANV.

Tras ella se situó el cabeza de lista y alcalde legítimo de Ondarroa, Unai Urruzuno, acompañado de representantes de la izquierda abertzale como Karmelo Landa, Mikel Etxaburu, Arantza Urkaregi o Ana Mezo. Los concentrados, que no cesaron de corear consignar reivindicando democracia para Euskal Herria y en defensa de que se respete la voluntad popular, portaban carteles con el lema en euskara «PNV, que la gestora cumpla el deseo del pueblo» y «PNV, el pueblo ha dicho: Unai Urruzuno, alcalde».

Precisamente, el primer regidor legítimo ondarroarra, acompañado del mahaikide Mikel Etxaburu, se dirigió poco después a Sabin Etxea con la intención de entrevistarse con el portavoz del EBB, Iñigo Urkullu, aunque no llegaron a franquear la puerta de la sede jeltzale. Tuvieron que limitarse a entregar en el control de seguridad una carta, dirigida al político de Alonsotegi, en la que solicitaban «respeto» a la voluntad del pueblo de Ondarroa y del cercano de Mendexa, donde ANV también obtuvo la mayoría absoluta el 27 de mayo a pesar de estar su lista anulada y cuyo Consistorio está pendiente de la constitución de una gestora.

Anasagasti se escurre

La espera de una respuesta de Urkullu se prolongó durante espacio de 15 minutos, en los que apareció el senador Iñaki Anasagasti, dispuesto a acceder a Sabin Etxea. Fue recibido entre abucheos y pitidos de los concentrados y, cuando abría la puerta de la sede y pensaba que ya estaba a salvo de los emplazamientos de los simpatizantes y representantes ekintzales, Urruzuno y Etxaburu le requirieron para que dialogase con ellos. En el aprieto, el senador empleó un recurso muy viejo: les instó a esperar unos minutos.

De la respuesta de los líderes jeltzales no se supo nada más y, por ello, Urruzuno regresó junto a sus convecinos al otro lado de la calzada, en los Jardines de Albia. Allí, criticó que «el PNV se haya negado a reunirse con ANV y siga haciendo oídos sordos a la realidad de Ondarroa» mientras su dirección, al igual que las de otras fuerzas políticas, debate en su seno acerca del futuro del Consistorio, en vez de hacerlo en el propio municipio.

Además, emplazó a PNV, EA y EB a crear una gestora «en la que estén representados todos los partidos y que respete la realidad política del pueblo, donde los resultados del 27 de mayo nos otorgan la mayoría absoluta a ANV, cinco ediles a PNV y uno a EA. Ésa es la realidad -subrayó- y a esa realidad nos debemos todos, nosotros y el PNV».

Al partido de Imaz le dijo que tiene dos opciones: «Una, crear una gestora en base a lo que ha dicho el pueblo de Ondarroa, y otra es no hacer caso a lo que ha dicho el pueblo de Ondarroa y crear una gestora a medida de sus intereses».

Unai Urruzuno fue más allá, al demandar al resto de formaciones que se sienten en una «mesa política» -algo que hasta el momento, reconoció, «ha sido imposible»- para debatir sobre el futuro de la villa marinera vizcaina y, desde ese foro, alcanzar un acuerdo «desde Ondarroa y para Ondarroa».

«Aquí no gana nadie, ni PNV ni ANV, sino el pueblo de Ondarroa. Al contrario, si no respetamos la voluntad popular expresada el 27 de mayo, perdemos todos, nosotros, el PNV y el pueblo de Ondarroa», apostilló el cabeza de lista ekintzale.