La Agencia Internacional de la Energía (AIE) reconoció ayer que existe «una preocupación significativa». En su informe a medio plazo, señaló que la tensión en el mercado petrolífero coincidirá con un fenómeno similar en el resto de los mercados de hidrocarburos, y en particular en el del gas natural.

Destacó que el indicador que mejor resume la previsión para el petróleo es la reducción de las capacidades de producción excedentarias de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que en términos ajustados pasarán de 2,5 millones de barriles diarios en 2007 a 1,55 millones en 2012. Y eso pese a que la capacidad de producción de la OPEP en la extracción global aumentará ligeramente, al pasar de 34,4 millones de barriles diarios en 2007 a 38,36 millones en 2012.

Esta perspectiva de un mercado más tenso es producto de una revisión al alza de las estimaciones que hizo en febrero sobre la demanda mundial y de una corrección a la baja de sus estimaciones sobre la producción de los países que no pertenecen a la OPEP.

Además, da por hecho que ni Irán, ni Irak, ni Venezuela tendrán una neta expansión de capacidades y el 70% del aumento de la OPEP vendrá de Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos y Angola.

Apuntó, por otra parte, que las razones geopolíticas contribuirán a aumentar las incertidumbres sobre la oferta, ya que reducen la capacidad de la industria para responder al vigor de la demanda, basada en unas hipótesis de crecimiento económico del 3,2% anual en el periodo 2008-2012.

Los autores del informe calculan que la demanda mundial subirá a un ritmo del 2,2% anual de aquí a 2012, cuando alcance los 95,8 millones de barriles diarios, frente a los actuales 86,13 millones de media.

Ese incremento se deberá en particular a los países emergentes de Asia (China e India) y Oriente Medio, cuya evolución contrastará con un aumento más moderado en la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

En cuanto a la contribución de los biocarburantes, la AIE hizo una proyección «conservadora», con una producción esperada para 2012 del equivalente de 1,8 millones de barriles diarios, el doble de la de 2006. Justificó esa prudencia porque los aumentos de precios de productos agrícolas como el maíz, el azúcar, la soja, el trigo y el aceite de palma les hacen dudar de «la viabilidad económica a medio plazo» de la industria de bio-combustibles.

Biocarburantes

La AIE estima que dentro de cinco años los biocarburantes no representarán más que un 2% del consumo global de crudo, y eso pese a que su progresión para el mercado de los carburantes de coches será del 50% entre 2007 y 2009, en particular en EEUU. Calcula, además, que las capacidades de refino en el mundo se incrementarán en 10,6 millones de barriles diarios, de los que 6,7 serán en Oriente Medio y en Asia, con lo que las capacidades en esas regiones superarán la demanda esperada.

No obstante, la agencia alerta de que esas proyecciones están sujetas a diversas eventualidades y precisa que algunos grandes proyectos programados para 2011 y 2012 podrían sufrir retrasos en caso de que se deteriorara la rentabilidad de la actividad de refino o si los inversores creyeran que finalmente se van a cumplir los objetivos de desarrollo de bio-carburantes.

En este contexto, los precios del petróleo siguen al alza, aproximándose a los máximos históricos, impulsados por la ola de violencia en Nigeria, el mayor exportador de crudo de África, y el aumento del consumo por los desplazamientos en vacaciones.

El barril del crudo Brent, referencia para Europa, alcanzó los 75,62 dólares por primera vez desde agosto de 2006 y el Petróleo Intermedio de Texas (WTI), referente para EEUU, alcanzó los 72,81 dólares, lo que supone un encarecimiento del 4,4%.