A pesar de que los informes científicos han aconsejado la veda de la anchoa en el golfo de Bizkaia hasta el año que viene, la Comisión Europea (CE) condicionará su decisión a un acuerdo político. Bruselas está esperando a que «España y Francia se pongan de acuerdo».

El Ejecutivo comunitario no ha dictaminado aún sobre el caladero de anchoa, aunque los científicos que asesoran a la CE recomendaron a final de junio mantener la actual prohibición.

El ministro de Agricultura y Pesca francés, Michel Barnier, tratará mañana este asunto con la titular española, Elena Espinosa. Según las fuentes comunitarias, «a la luz de lo que los dos países acuerden», la CE tomará una decisión.

Presión en los puertos galos

El presidente la de la Federación de Cofradías de Gipuzkoa, Jaime Tejedor criticó la actitud de la ministra Elena Espinosa, que todavía «no se ha reunido con los pescadores» para abordar el tema de la campaña de la anchoa y afirmó que los arrantzales se sienten «a la deriva, muy defraudados».

En su opinión, Espinosa debiera reunirse con ellos y «si los criterios científicos lo permiten abrir la pesquería, pero siempre con un plan de gestión y un control férreo». Para Tejedor, este plan de gestión «debe ejercerse tanto en mar como en tierra para que no ocurra que Francia pesque más aún teniendo un porcentaje de explotación del 10% frente al 90% español».

Pescadores franceses, por su parte, están aumentando la presión en vísperas del Consejo de Ministros de Pesca de la UE y ante la reunión de mañana. Ayer bloquearon dos puertos deportivos franceses, en La Turballe y Pornichet-La Baule, para reclamar un acuerdo franco-español que permita la apertura de la pesquería de la anchoa. Más al sur, los pescadores llevan diez días bloqueando el puerto de Saint Gilles-Croix de Vie.

Por otro lado, los arrantzales se mostraron preocupados por las escasas capturas de la costera del bonito que, junto con el agravante de la incertidumbre sobre la campaña de la anchoa dejan el sector en una «mala situación», según Tejedor. El año pasado, hasta el 30 de junio, los pesqueros guipuzcoanos capturaron 756.890 kilos de bonito y 424.484 kilos de atún rojo, mientras que en la presente campaña, en las mismas fechas, sólo han llegado alas lonjas guipuzcoanas 8.700 kilos de bonito y 232.112 kilos de atún rojo, una situación que es extrapolable a Bizkaia.

Además, si el año pasado en las lonjas guipuzcoanas el bonito alcanzó un precio medio en lonja de 3,76 euros el kilo, en esta ocasión, el precio medio alcanza los 6,281 euros el kilo.

El presidente de la Federación de Cofradías de Bizkaia, Iñaki Zabaleta, dudó de que, aunque las capturas han sido de «buena calidad», vuelvan a repetir los extraordinarios resultados de los dos años anteriores.

Zabaleta aludió al precio de las primeras 11 toneladas de bonito fresco que se vendieron el viernes en la lonja de Bermeo y que rondaron los 5,40 euros el kilo. «Se trata de pescado de buena calidad y tamaño y fácil de vender», afirmó.