«Los vascos están dispersos en el mundo entero ya desde hace siglos. Muchas son las razones que han propiciado este fenómeno, entre ellas el espíritu de aventura». Este texto sirve de preámbulo a la Ley 8/1994 de Relaciones con las Colectividades aprobada por el Parlamento de Gasteiz, en la que se estipula la celebración, cada cuatro años, de un Congreso Mundial de Colectividades Vascas.

Ayer comenzó en Bilbo la cuarta edición de este foro, que inauguró oficialmente el lehendakari Juan José Ibarretxe en el Museo Guggenheim, y al que asisten 150 personas procedentes de 18 países diferentes, en representación de las 161 euskal etxeak reconocidas por el Gobierno de Lakua.

Ibarretxe recibió a los congresistas, personalmente y uno por uno, en la entrada al museo. Ya en el interior, el acto de inauguración se abrió con la intervención de Iñaki Agirre, secretario general de Acción Exterior del Gobierno de Lakua, quien se refirió a las ediciones anteriores del congreso: «Si en el primer congreso la preocupación se centró en la propia supervivencia de las euskal etxeak, dada la crisis por la que atravesaban, doce años después vemos que éstas se han consolidado».

Construir puentes

Añadió Agirre que «en el día de hoy llegamos a este congreso bajo el lema `Zubigintzan'; en recuerdo a las generaciones del pasado que tanto hicieron por Euskadi desde fuera, pero sobre todo mirando hacia el futuro que estamos construyendo conjuntamente los vascos que viven en Euskadi y los vascos que están fuera».

Juan José Ibarretxe comenzó su intervención con una alusión a Koldo Mitxelena: «Decía el gran lingüista que hace 2.000 años no existían las naciones ni los estados, pero existía el pueblo vasco; y no sabemos qué estructuras habrá dentro de otros dos mil años, pero seguirá existiendo el pueblo vasco».

En referencia al euskara, destacó que «es una contradicción que la lengua más antigua de Europa todavía no sea una lengua oficial en Europa» y añadió que «hoy el mundo habla inglés y castellano, y los vascos hablamos inglés y castellano, pero también en euskara; y dentro de 2000 años quizá también hablemos chino, pero seguiremos hablando en euskara».

El lehendakari se dirigió directamente a los asistentes al asegurar que «somos tres millones de vascos los que vivimos en Euskal Herria, pero sóis seis millones de descendientes de vascos los que vivís en todo el mundo. Nueve millones, cada vez más unidos gracias a las nuevas tecnologías. La globalización no niega lo local y hoy los vascos del mundo podemos vivir más juntos que nunca a lo largo de nuestra historia».

En último lugar intervino Gloria Totoricagüena Egurrola, especialista en Ciencia Política y una de las más destacadas expertas en el área de los estudios comparados de la diáspora. En su conferencia animó a las euskal etxeak a realizar un análisis autocrítico de su actual funcionamiento y a adaptar éste a las nuevas necesidades de los vascos más jóvenes en la diáspora. Además, propuso la creación de un museo y centro de investigación sobre migraciones vascas.

Tras la jornada de inauguración, el congreso se alargará hasta el sábado. Las jornadas de trabajo se desarrollarán en el Palacio Euskalduna y con las deliberaciones del congreso se elaborará un documento de conclusiones que se trasladará al Consejo Asesor de Colectividades Vascas a efectos de su consideración para la elaboración del Plan de Cuatrienal de Actuación Institucional 2008-2011.