Stuart O'Grady recuerda que su paso a profesionales se debió tanto a sus méritos sobre la bicicleta como a la necesidad de Boardman de tener a un compañero que hablara inglés. Es corredor clave para el CSC en las clásicas y en el Tour, donde a pesar de su susto de la prólogo siempre ha estado en cabeza del grupo para defender el maillot amarillo de Cancellara y para apoyar a sus líderes.

¿Qué representa el Tour para usted tras sus dos victorias de etapa y nueve días de líder?

Este es el undécimo que corro, tengo mucha experiencia y éste es el motivo por el que Bjarne Riis quiere que corra el Tour, para ayudar al equipo. Confía en mí porque considera que veo bien la carrera y la experiencia es una cosa que no se puede comprar. Por eso en CSC Jens Voigt y yo somos los encargados de realizar ese trabajo. En estos primeros días nos ha tocado controlar la carrera para defender el maillot de Cancellara, luego intentaremos meternos en escapadas y, si no estamos adelante, tenemos que estar al lado de nuestro líder Carlos Sastre.

¿Es Sastre el líder del CSC o también cuentan con Frank Schlek para la general?

Yo pienso que Carlos es el capitán del equipo. Ha demostrado ya que es capaz de acabar en el podio en un Tour y pensamos que este año será todavía posible. Frank tiene un gran talento, pero es necesario que coja un poco más de experiencia. Estoy seguro de que puede acabar entre los diez primeros, pero llegar al podio es otra cosa más complicada, por lo menos por ahora.

¿Su gran éxito en la París Roubaix ha confirmado que cuantos más años mejor rinde?

Es verdad que desde hace algunas temporadas he mejorado mucho en las carreras de un día. Cuanta más experiencia y tras muchos años difíciles, ahora estoy en un buen equipo como CSC y todo va bien.

Es uno de los pocos ciclistas que logran triunfos en la carretera y también en pista...

Mi primera gran competición en ciclismo fue en los Juegos de Barcelona en 1992, donde logré una medalla de plata con sólo 19 años. Quería ganar una medalla de oro y en Atenas lo conseguí y es un sueño que se hizo realidad. No es fácil compaginar la pista y la carretera, pero nunca olvidas cómo se anda en pista y es un buen recuerdo para mí.

¿Cuantas medallas ha obtenido en los Juegos Olímpicos?

Fui plata en persecución por equipos en Barcelona, logré dos medallas de bronce en Atlanta, en Sidney no conseguí metal y por fin obtuve el oro en Atenas en persecución y ahora quiero correr los Juegos de Pekín el próximo año.

¿Ya hay algún ciclista que haya participado en cinco Juegos?

No lo sé, pero tengo ese objetivo de participar y llegar a mis quintos Juegos. Por el momento mi primer objetivo es la carretera, pero también en la pista quiero repetir en Pekín el mismo éxito de Atenas.

¿Cómo pasó a profesionales en la carretera en el GAN?

Estaba en el campeonato del mundo en pista de Colombia en 1994, en el que hice tercero en persecución individual, y Chris Boardman, que participaba en esa competición, y su manager me vinieron a ver y después Roger Legeay me dijo que estaba interesado en tener otro anglosajón en el equipo porque Boardman era el único ciclista que hablaba inglés en el antiguo Gan. Vieron mi talento, que era un corredor como Boardman, y por eso firmé mi primer contrato.

Empezó en Gan como sprinter y contrarrelojista y ahora es un corredor más completo...

He cambiado mi preparación. Ahora no hago el entrenamiento para el sprint como en mis primeros años de profesional. Prefiero ganar clásicas y ahora ése es mi principal objetivo. Además, hago el Tour para ayudar a Carlos o al líder del equipo. Ahora sé que puedo ganar buenas carreras y eso es lo que me ha permitido obtener una clásica como la París-Roubaix, que es lo máximo para un corredor.