GARA > Idatzia > Txirrindularitza

Contra la lógica y la naturaleza

Gaizka LASA

(Karpin-Galicia)

El concepto descanso puede tener muchas connotaciones. Para la mayoría de la gente de a pie supone no hacer ningún tipo de tarea, relajarse y desconectar de la rutina habitual. Algunos optan por la vía sabática, otros prefieren practicar actividades opuestas a las habituales y disfrutar del contraste. Pero para un ciclista en pleno Tour, el concepto no es el mismo.

Hay una tarea que cumplir, la relajación debe ser la justa y necesaria, y una desconexión total derivaría en un golpe demasiado duro con la montañosa realidad del día siguiente. Pero en el subconsciente del corredor retumba esa expresión tan tentadora como peligrosa de «jornada de descanso». Saber domar a un cuerpo y una mente que tienden a tomarse lo de descanso al pie de la letra constituye el puerto de primera de la jornada.

Y del mismo modo que se dice que hay que pasar cada jornada de montaña, de llano o de crono para estar arriba al final, también hay que saber pasar un día como el de ayer. La motivación cae en picado cuando no hay ni dorsal, ni pelotón, ni prensa, ni pancarta de meta. Las ganas de entrenar cuando el cuerpo ya tiene una paliza encima son nulas. Y además el sentido común insiste en que toda la comida posible y todas las horas de cama serán pocas para lo que queda.

Así, contra la lógica y la naturaleza, el ciclista se debe poner encima del mismo sillín de todos los días y pedalear. Y durante más tiempo e intensidad de lo que le dice la cabeza. Acelerar el corazón y forzar los ya doloridos músculos parece insensato, pero es necesario. Más aún cuando la salida de la etapa de hoy se augura exigente y explosiva. Se puede explicar científicamente, pero dejémoslo en que el ciclista del Tour es más una máquina con un mecanismo que no debe dejar de funcionar.

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo