La Policía trata de impedir la Guelaguetza de Oaxaca con gases lacrimógenos
La Guelaguetza Popular, la respuesta del movimiento popular oaxaqueño a la privatización del festejo, no se suspendió pese a la represión policial contra las miles de personas que estaban en la calle.
M.D. |
La Policía mexicana trató de impedir mediante el uso de gases lacrimógenos la celebración de la fiesta de la Guelaguetza Popular, en Oaxaca, organizada por la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.
Según informaron a GARA los brigadistas de Askapena que se encuentran en Oaxaca, «se estaba celebrando un pasacalles en el que representantes de las comunidades indígenas bailaban con sus trajes populares. Todo transcurría con normalidad hasta que, de repente, la Policía ha comenzado a disparar gases lacrimógenos y a golpear».
La Guelaguetza Popular es la respuesta del movimiento popular de Oaxaca a las festividades oficiales impulsadas por el Gobierno de Ulises Ruiz, cuya dimisión es uno de los principales objetivos de estos organismos. «El Gobierno del asesino Ulises Ruiz y los anteriores gobiernos priístas han pervertido la fiestas de los oaxaqueños. Han olvidado que nuestra Guelaguetza es solidaridad y hermandad. Ellos la han vuelto una pasarela política que sólo beneficia a grandes empresas transnacionales como Telmex y Banamex», explicaba un profesor en la página web de la APPO.
En el arranque de la Guelaguetza Popular de 2007, el domingo, participaron miles de personas, en una fiesta que tampoco olvidó la reivindicación. «Los cohetes que estallaban en el cielo anunciaban el paso del recorrido, mientras las consignas hacían notar que no era una fiesta cualquiera, era también una forma de protestar ante la situación que atraviesa el estado: «La APPO somos todos», «No estamos todos faltan los presos» y «Si Ulises no se va, la paz no llegará»», relata la página web de la APPO.
La Guelaguetza Popular tenía su continuidad en la jornada de ayer, y ante el éxito de convocatoria del domingo, la respuesta de las autoridades oaxaqueñas volvió a ser la represión.
Los brigadistas de Askapena tienen claro cuál es el motivo de la carga policial de ayer en Oaxaca. «Es evidente que han querido golpear a la lucha popular. Son conscientes que tienen en frente a un pueblo que lucha y hoy han estado esperándoles, cuando había miles de personas en la calle, para comenzar a golpear a la gente», relataron desde el lugar de los hechos.
Pese a la represión policial, la fiesta de la Guelaguetza Popular pudo celebrarse, aunque tuvo que trasladarse a una plaza aledaña a la inicialmente prevista. En cualquier caso, se registraron varios heridos y detenidos y se quemaron autobuses en respuesta a la represión.
La Gueleguetza Popular es la respuesta a la privatización del festejo decretada el año pasado por el Gobierno de Ulises Ruiz, cuya dimisión es la principal reivindicación del movimiento popular oaxaqueño.