Frustración
Los electores navarros que apostaron, con mayor o menor entusiasmo, por el «cambio» de la mano de Nafarroa Bai tienen hoy razones para la frustración. Y, en determinados sectores, para sentirse estafados. No hay tal cambio, aunque en realidad tampoco lo hubiera en la apuesta que pasaba por la renuncia masiva de principios a cambio de un número suficiente de carteras. La estafa venía de antiguo.
OLASO