Victoria Mendoza Psicoterapeuta
Terapia para nuestros queridos políticos
Los políticos llevan muchos años repitiendo el mismo discurso y la misma estrategia acerca del terrorismo, es un discurso muy poco profundo, se comenta mucho acerca de las consecuencias del terrorismo y muy poco acerca de las causas, tampoco se nos dice que el terrorismo también es un negocio que deja mucho dinero a ciertos partidos políticos y que su análisis poco valiente y honesto les da muchos votos. Los políticos hacen un uso abusivo del poder, a esto me refiero cuando hablo de que los partidos políticos son las nuevas sectas de la sociedad, los políticos van predicando su mediocre filosofía como verdad absoluta y los fieles de tal partido deben creer lo que su gurú y predicador les diga, sus mensajes directos y subliminales son muy parecidos a los de cualquier secta religiosa: «si eres de mi religión, eres de los buenos, de los limpios y puros, si te quedas con nosotros alcanzarás el perdón el cielo y el paraíso, si te vas con los otros eres pecador, malo, impuro, te pudrirás en los infiernos».
Ya va siendo hora de hacerles terapia a todos los políticos, pero de esas terapias que a mí tanto me gustan, provocarles para que sean capaces de ver sus propias verdades. No se trata de darles una palmadita en la espalda y felicitarlos por todas sus maravillas, que seguro que deben tenerlas, tampoco es para aplaudirles todos sus aciertos, se trata de que consigan ver lo que no están haciendo bien sin ningún tipo de justificaciones, ver sus actos repetitivos de autoboicot para ofrecernos una vida más digna, ser responsables de su parte sin engancharse a la justificación y a la autodisculpa, sin hacer lo que muchos políticos hacen al juzgar y condenar a los otros para justificar los propios actos y errores. Las campañas políticas se hacen cada vez más aburridas y pesadas porque se pierde mucho el tiempo en hablar de los errores de su adversario, por eso cada vez hay más gente que ya no cree en la política y que no cree las demagogias de los políticos.
No hay que esperar a que haya un nuevo atentado para repetir los mismos errores y discursos vacíos de contenido y de verdad, es un momento clave y ahora tienen la oportunidad de utilizar la política de manera inteligente y práctica, debemos hablar de terrorismo a la vez que hablamos de presos políticos y de tortura, debemos hablar del terrorismo como consecuencia de problemas no resueltos y no como causa de problemas añadidos, debemos hablar de todo un pueblo como víctimas de un conflicto que no ha podido resolverse por la incapacidad política, por la falta de diálogo, por el abuso de poder, por el desinterés de querer solucionarlo, por la falta de valentía y honestidad a la hora de tomar decisiones políticas que realmente unan a la gente y resuelvan conflictos.
Es importante y urgente cambiar el discurso político y de táctica y estrategia política, debemos vernos las caras, debemos hablar de frente, debemos decir las cosas por su nombre, no esperar que las cosas ya no tengan solución, todavía podemos entre todos resolver problemas y un conflicto que nos afecta a todos. ¿Quién es tan valiente para apuntarse a la terapia?