«El reto más importante y difícil en el que voy a centrar mi labor es cómo conseguir que en 2020 las cooperativas de MCC sigan siendo lo que son hoy, creciendo y creando más puestos en régimen cooperativo». Así resumió José María Aldekoa el objetivo que va a guiar su tarea en la presidencia de MCC, en la que desde el pasado 1 de julio sustituye a Jesús Catania.

Si hasta ahora los retos del grupo cooperativo se centraban en la innovación o la internacionalización, la presentación de Aldekoa giró en torno a los valores cooperativos. Aldekoa afirmó que de los negocios de cada cooperativa se ocuparán sus responsables, pero que desde su cargo intervendrá en el modelo de gestión y en llevar adelante las conclusiones de la reflexión que MCC ha llevado a cabo en los últimos meses para revitalizar sus valores cooperativos. «También me voy a ocupar de la innovación, el desarrollo y la internacionalización, pero con este modelo», afirmó.

«O conseguimos que las personas compartan los proyectos y trabajemos en colaboración y con eficacia o no conseguiremos el objetivo de mantener puestos de trabajo preferentemente cooperativos y en nuestro entorno», aseguró.

«Había cierta pérdida de identidad cooperativa paralela al éxito económico», reconoció el presidente de MCC, que señaló que tratará de actualizar la ideología del grupo para impulsar el protagonismo de las personas. Su programa de trabajo se centrará en educar y formar «desde los miembros de los consejos rectores hasta los nuevos cooperativistas» en estos valores, así como en estructurar la participación activa y responsable.

Autoevaluación en valores

Aldekoa indicó que «la participación de las personas es lo que diferencia al grupo y le otorga sus posibilidades de desarrollo». Por ello, definirá un modelo de gestión «partiendo de nuestros principios y de personas en cooperación, con un proyecto compartido». Además se establecerán sistemas para que los socios se autoanalicen y midan cómo está cada cooperativa en cuanto a aspectos como compartir un sentimiento colectivo, ser propietarios comprometidos con el proyecto, el desarrollo integral de las personas, contar con un planteamiento estratégico claro, implicación con el entorno, desarrollo de nuevas actividades, nivel de innovación o rentabilidad, entre otros puntos.

En su opinión, las consecuencias se reflejarán en los resultados, «no sólo económicos sino también socioempresariales».