Hace ocho años, el DUP boicoteó la primera reunión del Consejo Ministerial Norte-Sur calificándolo como «el embrión de una Irlanda unida» y una institución «sin mandato democrático». Ayer, el líder del DUP, Ian Paisley, no sólo asistió a la reunión a la cabeza de la representación de su partido y como jefe del Ejecutivo norirlandés, también dio por terminada la «edad de hielo» en las relaciones entre el norte y sur de la isla, afirmando que «la única preocupación que le ocupa es la prosperidad en ambas partes de la isla».

Su viceprimer ministro, el republicano Martin McGuinness, apuntó acertadamente a que este era «otro paso de gigante» en el proceso político norirlandés, en el que los grandes gestos «pacificadores» han dado paso a los procedimientos de estabilización constitucional.

La cooperación, necesaria

Si bien es cierto que la descripción de Paisley sobre el Consejo Ministerial y las Instituciones de Implementación Norte-Sur no es desacertada -a los ojos de Sinn Féin, la creación de estas instituciones es la materialización de uno de los objetivos republicanos durante la negociación del Acuerdo de Viernes Santo y un paso hacia la unidad de hecho, sino oficial, de la isla de Irlanda- el éxito económico de la República irlandesa frente a la penuria norirlandesa son argumentos suficientes para aceptar que la cooperación es el camino a seguir.

De hecho, durante la reunión de ayer, Paisley mostró su perfil más conciliador, sorprendiendo a políticos y periodistas con su cálida recepción hacia el Gobierno irlandés y su afilada crítica hacia la administración de Londres: El centro de sus problemas está ahora en una financiación inadecuada por parte del Gobierno británico, y no en la interferencia de Dublín.

El que todos denominaban «Doctor No» de la política norirlandesa, debido a su rechazo a cualquier medida conciliadora entre norte y sur y al Acuerdo de Viernes Santo, se ha convertido ahora en el estandarte del proceso de paz, afirmando que la gente en el norte y el sur de Irlanda no quieren volver a los días de conflicto y tragedia. «Hemos pasado una página», reflexionó durante la rueda de prensa que siguió a la reunión. «Es nuestra responsabilidad construir algo que es estable y fuerte», afirmó sobre las instituciones norirlandesas.

Paisley y McGuinness evaluaron las reuniones entre los ministros de las administraciones de Belfast y Dublín como productivas e intensas. Fueron sin embargo las alabanzas de McGuinness a la labor de Paisley las que centraron la atención de la rueda de prensa.

En una manifestación de la cordialidad entre ambos líderes, McGuinness afirmó que quería «rendir homenaje al liderazgo mostrado por el líder del DUP, nuestro primer ministro Ian Paisley» apuntando al poder de su contribución como una clave para el proceso.

Discusión «abierta y honesta»

«Existe una tremenda esperanza en esta isla», subrayó el jefe negociador republicano. «Queremos poner fin al conflicto en esta isla. Creo que el primer ministro y yo somos parte de una administración llena de dedicación y compromiso para llevar a cabo este trabajo y creo que estamos mejorando», incidió el número dos de Sinn Féin.

El primer ministro irlandés, Bertie Ahern, que encabezó una delegación de once ministros de la República irlandesa como marca de su compromiso con las instituciones, expresó su satisfacción por el «extraordinario avance» que se ha producido en los últimos meses y describió como «un honor» trabajar con Paisley y McGuinness.

«Tuvimos una discusión abierta y muy honesta sobre varios temas muy importantes para la gente en toda la isla y hemos llegado a acuerdos reales que beneficiarán a ambas jurisdicciones», explicó Ahern.

El Consejo Ministerial Norte-Sur mantuvo su primera reunión el 2 de Diciembre de 1999, y fue establecido como parte del Acuerdo de Viernes Santo, pero inicialmente fue rechazado y boicoteado por el DUP.

Áreas de colaboración

El Acuerdo estipulaba que el Consejo Ministerial Norte-Sur reuniría a aquellos con responsabilidades ejecutivas en el norte y sur de Irlanda para desarrollar consultas, cooperación y acciones conjuntas en Irlanda a través de la implementación de políticas en aquellas áreas competenciales en las que fuera posible para toda la isla de Irlanda.

El funcionamiento del Consejo se ha visto afectado desde que en octubre de 2002 se suspendiera la Asamblea de Belfast. En ese momento, Londres y Dublin acordaron que las decisiones del Consejo y las acciones de las Instituciones de Implementación, Turismo de Irlanda o sus respectivas funciones pasarían a ser responsabilidad de estas dos administraciones para, de esta forma, mantener su funcionamiento, sobre todo, de cara a Irlanda, donde varias instituciones gubernamentales con responsabilidades para las distintas áreas cubiertas por las actividades del Consejo habían resultado abolidas a favor de las nuevas instituciones norte-sur.

Las seis áreas de colaboración entre el norte y sur de Irlanda son agricultura -política agrícola, veterinaria y hortícola, investigación y desarrollo rural-; educación -para discapacitados, una educación especial e integrada, preparación académica del profesorado, intercambios de estudiantes y profesores-; medio ambiente -protección medioambiental, contaminación, calidad del agua y gestión de residuos; salud -planes de accidente y emergencia, cooperación en equipamiento tecnológico, investigación contra el cáncer y promoción de la salud; turismo -la promoción de la isla de Irlanda como destino turístico; transporte -cooperación en planes estratégicos de transporte, incluyendo la infraestructura de carreteras y ferroviaria, transporte público y seguridad viaria y ferroviaria. Estas son las áreas en las que operan las Instituciones de Implementación en las que colaboran funcionarios del norte y sur de Irlanda.