Los azulgranas preparan el regreso con un arranque de la pretemporada escalonado
Amaia U. LASAGABASTER | EIBAR
El anexo de Ipurua acogió ayer el arranque de la pretemporada azulgrana. Una «Operación entrada» escalonada, ya que Javier Mandiola ha decidido conceder algunos días más de descanso a los jugadores que disputaron el play-off de ascenso.
La mayoría, de hecho, con lo que el primer entrenamiento del Eibar apenas reunió a una decena de jugadores: seis de las nuevas incorporaciones, Biel Medina, Markel Robles, Txiki, Del Olmo, Yuste y Nacho Insa -Goiria, Yagüe y Raúl García se incorporarán el lunes junto al resto de la plantilla-; Etxaniz, Asier Sánchez y Larrañaga.
Además, Manix tuvo que tirar del portero recién fichado por el filial, Xabi Iruretagoiena. Ése está suponiendo el mayor quebradero de cabeza de los eibarreses a la hora de armar su proyecto, la falta de guardametas, después de que expirase la cesión de Zigor y Trevi, y Elissalde, tercer portero, acabase contrato. La principal opción del equipo pasa por el regreso de Zigor, tras su excelente rendimiento, pero el Écija quiere hacer valer su cláusula, inalcanzable para los armeros, de 600.000 euros.
Asamblea Extraordinaria
El Eibar tiene hoy otra cita importante. A partir de la siete y media, Portalea acoge una Junta General Extraordinaria, en la que se quiere, por una parte, modificar los estatutos, en un intento de que el capital social del club se mantenga en Eibar. Además, se procederá al relevo de la directiva, aunque Jaime Barriuso, salvo sorpresa, mantendrá la presidencia.