Lakua quiere reducir a la mitad el diferencial de temporalidad con la UE
El Gobierno de Lakua se ha marcado el reto de reducir a la mitad el diferencial entre la tasa de temporalidad de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa y la media de la UE-25, según el Plan de Empleo (2007-2010) que ha aprobado. Además, toma como referencia, en sus objetivos, los definidos por la política de empleo europea de alcanzar una tasa de empleo global del 72% en 2010 y del 62,5% para el colectivo femenino.
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Lakua se plantea reducir a la mitad el diferencial entre la tasa de temporalidad de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa (25,3%) y la media de la UE-25 (14,5% en 2006). Además, asume los objetivos de la Agenda de Lisboa para alcanzar una tasa de empleo global del 72% en 2010 y una tasa de empleo femenino del 62,5%, mientras que para el colectivo de 55 a 64 años se fija en el 47%.
Por otra parte, prevé orientar a 18.000 personas al año sobre sus oportunidades laborales, y que 10.000 personas participen cada año en la formación dirigida a la inserción, además de otras 3.000 en acciones formativas para la promoción de nuevas empresas.
En Intermediación, el objetivo es lograr un total de 24.000 puestos de trabajo gestionados, con una tasa del 11% de personas que encuentren empleo a través de Lanbide.
Dentro del programa para el fomento de la creación de nuevas estructuras empresariales, el objetivo es la constitución de 900 empresas al año. También esperan que un total de 1.000 personas con discapacidad participen cada año en el plan previsto para la incorporación de estos colectivos en el mercado laboral ordinario.
El plan pretende ser la base de las políticas de empleo de Lakua para «promover la inserción laboral, incrementar los niveles de empleabilidad y potenciar la estabilidad y la calidad en el empleo».
El Departamento que dirige Joseba Azkarraga afirma que el nivel de paro de la CAV se sitúa actualmente en el paro técnico y en mejor posición que la media comunitaria, pero reconoce que esta mejora cuantitativa «no ha encontrado correspondencia desde la óptica cualitativa del mercado laboral».
Por ello, su objetivo general es contribuir a lograr el pleno empleo «estable y de calidad» y favorecer un mercado de trabajo inclusivo que «coadyuve a la cohesión social y territorial».
Ejes estratégicos
La estrategia que se plantea el Departamento es mejorar las oportunidades de la población para acceder a «empleos estables y de calidad», intensificando la relación con el tejido empresarial, atrayendo a más personas al mercado laboral y aumentando su empleabilidad.
Los ejes estratégicos que se definen en el Plan son incrementar la presencia de las mujeres en el mercado de trabajo, mejorar la empleabilidad de los jóvenes y aumentar las oportunidades de empleo de la población de más edad. Un cuarto eje será promover políticas de gestión de la edad y estrategias de envejecimiento activo.
Otros aspectos clave serán reducir la presencia de la economía sumergida, impulsar la actividad emprendedora, y reducir el impacto negativo de las deslocalizaciones y reestructuraciones empresariales.
Sin embargo, el Departamento de Empleo admite que la falta de competencias persiste como «obstáculo mayor» a la hora de establecer una estrategia integral en materia de empleo, ya que «limita de manera decisiva» la posibilidad de aplicar medidas de mayor alcance y más eficaces en áreas cruciales como la mejora de la calidad del empleo, al no existir, prácticamente, ningún margen de maniobra en materia de regulación de contratos, salarios o cobro de prestaciones.
LAB criticó el Plan de Empleo de Lakua al asegurar que «pone de manifiesto la nula voluntad política del Ejecutivo de Ibarretxe para confrontar con el Estado y abrir una dinámica orientada a conformar un marco propio de relaciones laborales». En su opinión, da por buena la falta de competencias y en el plan sólo hay «una mera gestión resignada de los escasos márgenes que deja la legislación estatal».
El sindicato abertzale acusa a las medidas de Lakua de «voluntarismo» que «no se acompaña de compromisos de intervención y aplicación de medidas concretas». Además, afirma que las medidas propuestas para corregir las elevadas tasas de temporalidad se limitan a «identificar las buenas prácticas en el ámbito de la negociación colectiva» y «propiciar un cambio cultural en las empresas», por lo que estima que «el Gobierno no se compromete absolutamente a nada, dejando vía libre a las empresas para que se extienda y consolide la precariedad laboral». LAB denuncia de forma especial la «nula voluntad para perseguir y sancionar a las empresas por el fraude masivo en la contratación» ni por la deslocalización.
Igualmente, UGT consideró el plan «ineficaz» por «no contar con el acuerdo de empresarios y sindicatos». Recordó que cuenta con el informe negativo del Consejo de Relaciones Laborales (CRL) y que el Consejo Económico y Social aún no emitido su informe. La secretaria de Acción Sindical del sindicato, Pilar Collantes, acusó al Ejecutivo de Lakua de «actuar a espaldas de la realidad social de los trabajadores de este país, viviendo sólo de las buenas palabras, planes imaginarios y el marketing». Por ello, reclamó un plan de empleo estable, en el que se impliquen los agentes sociales, sobre todo los empresarios.
Unos 40.000 trabajadores están condenados en Nafarroa a «la trampa de la temporalidad», según el informe «La construcción del empleo precario», del profesor de Trabajo Social de la UPNA, Miguel Laparra. El informe señala que se trata de personas que al menos durante cinco años están sometidas a un ciclo intermitente de empleo temporal y desempleo. Asegura que las reformas laborales de 1984 y 1994 «permitieron una expansión sin precedentes del empleo precario que ahora está siendo difícil de corregir». Laparra cree que las correcciones tendrán que venir de un nuevo diseño de las políticas sociales y laborales.