Gail Hurley
Anulación de la deuda: muy poco, a plazos muy cortos
(...) Apesar de la fuerte carga que implican las deudas para muchos países de ingreso bajo y medio (la cual va en aumento), una anulación de la deuda más amplia no consta para nada en la agenda política. Algunos acreedores están emprendiendo acuerdos de canje ad-hoc, si bien queda confuso quién decide cuando un país llega a ser elegible para un canje y sobre qué base. Mientras tanto, los acreedores parecen renuentes a tratar la problemática de la responsabilidad compartida de los prestamistas frente a las deudas soberanas. Las ONGs consideran que este tema es esencial, para lograr cualquier salida duradera a la crisis de la deuda. Sin embargo, el hecho de que algunos países en desarrollo estén recurriendo ahora a fuentes «alternativas» de financiamiento -y nada pueden hacer los acreedores para impedirlo- podría señalar a los prestamistas «tradicionales» que se necesita tomar medidas concretas a nivel internacional para que se adopten comportamientos responsables por parte tanto de deudores como de acreedores. Entre otros, significaría establecer estándares internacionales vinculantes de responsabilidad financiera, así como asegurar procedimientos justos e imparciales, tales como el arbitraje neutral en casos de dificultades o conflictos en el reembolso. Ciertamente, la problemática de la deuda continuará siendo un importante tema político, económico y social en los años venideros.