India eligió ayer, por primera vez en su historia, a una mujer, Pratibha Patil, como presidenta. Esta abogada del Partido del Congreso, de 72 años, se impuso sin problemas a su rival, el ex vicepresidente Bhairon Singh Shekhawat, de 84 años, y miembro del partido hinduísta Bharatiya Janata Party (BJP).

Patil fue elegida en una votación secreta de 776 diputados nacionales y 4.120 regionales celebrada ayer. La condición de fémina pionera no es nueva para Patil, ya que también fue la primera mujer gobernadora del estado de Rajastán. La Presidencia de India es un cargo en el que apenas hay competencia ejecutivas, ya que es casi meramente representativo.

Con la elección de Patil, India se convierte en el séptimo país del mundo -en la ONU hay 192 miembros- que tiene a una mujer como jefa de Estado.

Actualmente son jefas de Estado la chilena Michelle Bachelet, la liberiana Ellen Johnson-Sirleaf (ambas accedieron al cargo en 2066), la irlandesa Mary Macaleese, la filipina Gloria Macapagal, la finlandesa Tarja K. Halonen y la suiza Micheline Calmy-Rey. Esta última fue nombrada en 2007 para un cargo de carácter rotatorio entre los miembros del Gobierno federal colegiado.

Además, ejercen como primeras ministras la canciller Angela Merkel en Alemania, Luisa Diogo en Mozambique y Helen Clark en Nueva Zelanda.

A ellas las precedieron otras que en distintos periodos rompieron tabúes, como Sirimavo Bandaranaike, de Sri Lanka, que en 1960 se convirtió en la primera mujer elegida primera ministra en el mundo. Seis años después, en 1966, Indira Gandhi ocupaba ese cargo por primera vez en India. En 1969, Golda Meir fue la primera mujer en ganar en solitario el poder político en Israel y llegar a jefa de Gobierno.

En 1975, Élisabeth Domitién, de la República Centroafricana, fue designada primera ministra por el presidente Jean-Bedel Bokassa, convirtiéndose en la primera mujer en ese cargo en África. En 1979, Margaret Thatcher fue la primera mujer elegida primera ministra de Gran Bretaña. Un año después, Vigdis Finnbogadóttir fue la primera presidenta de Islandia, mientras que Gro Harlem Brundtland era elegida primera ministra de Noruega en 1981.

A ellas siguieron, entre otras, la primera ministra Milka Planinc, en 1982, y la presidenta Corazón Aquino en Filipinas, en 1986. Benazir Bhutto se convirtió en 1988 en primera ministra de Pakistán y primera mujer en dirigir un país musulmán.

En la década de los 90, destacan las primeras ministras Hanna Suchochka en Polonia, Tansu Çiller en Turquía y Sheikh Hasina Wajed en Bangladesh.

En el continente americano, ocho mujeres llegaron a presidentas: la argentina María Estela Martínez de Perón fue la primera presidenta americana en 1974; además, llegaron al poder la boliviana Lidia Gueiler, la nicaragüensa Violeta Chamorro, la guayanesa Janet Rosemberg, la ecuatoriana Rosalía Arteaga, la panameña Mireya Moscoso, la haitiana Ertha Pascal-Trouillot y la chilena Michelle Bachelet. De ellas, sólo cuatro (Rosemberg, Chamorro, Moscoso y Bachelet) pasaron por las urnas.

En los 46 países que son una monarquía, sólo tres mujeres ejercen esa representación: las reinas Isabel de Inglaterra, Margarita de Dinamarca y Beatriz de Holanda.

Ligada al clan Gandhi

Nacida en la región de Maharashtra (oeste), Patil ejerció la abogacía antes de integrarse en la política regional, donde encabezó varios ministerios.

Su vida política ha estado marcada sobre todo por su fidelidad al clan de los Gandhi, gracias a la que ha recibido la recompensa de la Presidencia india.

Su andadura hacia este cargo no ha estado exenta de polémica. En los tribunales se han formulado varias acusaciones contra Patil que han sido desestimadas o pospuestas.

Patil fue acusada, entre otros, de haber ofrecido protección a su hermano en un caso de asesinato y de estar al tanto de las irregularidades financieras de varios de sus proyectos.

Su designación como candidata a la Presidencia destapó un historial de controversias: en 1975 afirmó que todas las personas afectadas por enfermadades hereditarias deberían ser esterilizadas, en plena campaña para reducir las tasas de natalidad.

El mes pasado, Patil dijo tener contacto con el espíritu de un líder fallecido que le anunció su acceso a la Presidencia, pero la mayor polémica llegó con sus declaraciones sobre el velo, una prenda que, según ella, fue introducida en India «para proteger a las mujeres de los musulmanes».