«El AKP ha salido más reforzado de lo que esperábamos», reconoció el domingo por la noche Samil Alttan, miembro del comité central del DTP por Estambul. En declaraciones a GARA, subrayó en tono positivo que «para algunas votaciones importantes se requiere el apoyo de dos tercios de los diputados, así que necesitará de nuestro apoyo porque ni el CHP ni el MHP se lo darán».

De esta manera, los diputados independientes que se han presentado con el apoyo del DTP (el partido actual del movimiento de liberación kurdo) tendrán la posibilidad de presionar al AKP para que la reforma de la Constitución que Erdogan quiere emprender satisfaga, aunque sólo sea en parte, las aspiraciones nacionales de los kurdos.

Durante la campaña electoral, organizaciones de apoyo a los presos políticos, de defensa de los derechos humanos y de promoción de la lengua kurda han expresado su apoyo a los candidatos independientes kurdos porque confían que entrar en la Cámara de Ankara será un primer paso para encontrar una solución democrática y pacífica a las reivindicaciones del pueblo kurdo y poder poner fin a las vulneraciones que desde hace décadas sufre la población de las provincias del Kurdistán situadas dentro del Estado turco.

Carrera de obstáculos

La conformación de un grupo parlamentario propio es un hito histórico para el movimiento kurdo. Desde que en 1982 se fijó el listón del 10% de los votos para entrar en la Gran Asamblea -para ponérselo difícil a los kurdos-, sólo en una ocasión han podido entrar, pero no llegaron a los 20 diputados requeridos para formar grupo. Fue en 1991, cuando algunos dirigentes del DEP (el partido legal en aquel momento) accedieron al Parlamento bajo las siglas de un partido socialdemócrata turco. Pero la estancia en Ankara duró poco. En la toma de posesión del cargo, Leyla Zana expresó en lengua kurda su voluntad de hermanamiento entre los pueblos kurdo y turco, lo que les costó la expulsión de la Gran Asamblea y ser encarcelados. En sucesivas elecciones, el movimiento kurdo intentó sin éxito superar la barrera del 10%. Es por ello que en esta ocasión ha optado por presentar independientes.

Esta vez el camino tampoco ha sido fácil. El DTP denunció la decisión del Gobierno de juntar todos los nombres de los candidatos en una sola papeleta electoral para confundir a sus votantes, de los cuales una parte importante es analfabeta. En medio de todos los nombres, para los que no saben leer era fácil distinguir al logotipo de su partido, pero encontrar un nombre era más complejo. La represión también ha acompañado a alguno de los candidatos. Es el caso de Sabahat Tuncel, candidata por Estambul que desde noviembre está encarcelada acusada de pertenecer al PKK. La única prueba es la declaración de otro preso. Su elección como diputada le ha abierto la puerta de la cárcel.

Denuncia contra Leyla Zana

Un día antes de las elecciones se dio a conocer la apertura de una investigación por las declaraciones que Leyla Zana -que no se presentaba como candidata- hizo en un mitin en favor de los candidatos independientes en la ciudad de Igdir. En su intervención, Zana resaltó que había llegado el momento de implementar en Turquía un nuevo sistema administrativo organizado basándose en los estados autónomos, y que uno de ellos debía ser un Estado kurdo.

A pesar que la dirigente kurda aseguró que estas palabras no implicaban pedir la división de Turquía, se ha abierto una investigación judicial para determinar la «gravedad» de sus declaraciones.