Un cocinero reunió a todas las aves que tenía en su corral: gallinas, pavos, faisanes... y les preguntó con qué salsa querían ser cocinadas. Ante el silencio general, una humilde gallina replicó que de ninguna manera, porque simplemente no querían morir cocinadas. El cocinero, entonces, dejó claro que eso estaba fuera de toda discusión». Eduardo Galeano, que es capaz de explicar el mundo de tal forma que todos hemos conseguido entenderlo un poquito más incluso puesto del revés, decía recientemente que esta historia le parecía una buena metáfora de cómo está organizado el mundo. No hay democracia, decía, sólo tenemos derecho a elegir la salsa en que nos van a cocinar.

No es que yo quiera llamar a nadie gallina, ni tampoco pájaro, ni siquiera pájaro de mal agüero, pero esa historia, en cuanto la oí, me pareció la mejor explicación de la situación política de este país. Cuando decimos que aquí hay un problema de naturaleza política, un problema de déficit democrático, queremos decir precisamente que se nos deja decidir, se nos informa y se nos deja hablar y participar, pero siempre en torno a la salsa en la que nos van a cocinar, a su color, a sus ingredientes... Pero por más que cada vez más sectores reconocen que la solución a este conflicto llegará cuando se dé, de verdad, la palabra al pueblo, nadie se atreve todavía a dar a este pueblo la posibilidad de decidir si quiere o no que se lo cocinen. Hay aquí mucho faisán y mucho pavo que vive encantado con la idea de que el cocinero le llame a consulta para decidir la guarnición que le acompañará en el horno. Pero también hay unas cuantas gallinas empeñadas en no decidir su propio condimento, en negarse a entregarse a la gula de los comensales.

Faisanes, pavos y hasta gallos de corral se reunirán mañana en el Pleno de Juntas Generales de Araba para decidir si quieren compartir el guiso con hongos o con tomate. Para regocijo de los cocineros de Génova y Ferraz que, para más inri, ya se habrán trabajado a las aves más llamativas para que «decidan» el menú que a ellos más les gusta.