La compañía Fecsa-Endesa anunció que cerca de 30.000 abonados pasarían la noche de ayer sin luz, por segunda vez consecutiva.

Aunque el Ayuntamiento calificó este hecho de «inaceptable e inasumible», la eléctrica esperaba que se recuperara el suministro para hoy por la mañana.

El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, exigió a las compañías que resuelvan la situación de una manera rápida y aprueben las inversiones necesarias para evitar que este hecho se repita en el futuro.

A medida que transcurría la tarde de ayer los abonados fueron recuperando la electricidad, gracias a uno de los transformadores de la subestación del Paseo Maragall, y de unos 60 grupos electrógenos que fueron llegando a lo largo del día de ayer.

Fecsa advirtió que para recuperar la situación habitual debería reducirse el consumo «a la mitad».

Pérdidas económicas

Los hoteleros y restauradores de Barcelona advirtieron que crearán una plataforma jurídica para presentar una demanda contra los responsables del apagón y pedir indemnizaciones por los daños económicos, y sobre todo, por la pérdida de la imagen tradicional que supone para la ciudad.

Y es que algunos de los puntos más turísticos de la ciudad se han visto muy afectados por el apagón, como ha sido el caso del templo de la Sagrada Familia, donde los visitantes no pudieron acceder a las partes más altas del monumento debido a que la falta de fluido eléctrico no permitió la utilización de los ascensores y a que el uso sólo de escaleras, podría provocar algunos problemas de seguridad.