El Tribunal Supremo israelí ordenó ayer al Gobierno y al Ministerio de Defensa que destruyan con carácter inminente un segmento de muro al sur de la ciudad de Hebrón, en cumplimiento de un fallo anterior.

La nueva orden, que deberá ser aplicada en dos semanas, exige al Ejército israelí demoler un muro de unos 41 kilómetros que a va a lo largo de la carretera 317. Se trata de un obstáculo de hormigón de unos 82 centímetros de alto. La Asociación de Derechos Civiles de Israel y habitantes de aldeas afectadas han denunciado que impide al ganado de los palestinos pastorear al otro lado de la carretera en beneficio de los colonos judíos.

En diciembre, el Tribunal respondió favorablemente a una petición de los demandantes y ordenó destruir parte del muro pero el Estado israelí hizo caso omiso. En este nuevo veredicto, los jueces han dado una semana al Ejército para que destruya la construcción y una semana más para que limpie la carretera.

La presidenta del Supremo, Dorit Benish, acusó al Ejército de retrasar deliberadamente la orden que expidió en diciembre y pidió explicaciones a los representantes legales del Estado sobre esta cuestión.

«Si el Estado incumple así los fallos del tribunal, ¿qué se puede esperar del común de los ciudadanos?», se preguntó la juez Ayala Procaccia.

En Gaza, mientras, cinco palestinos resultaron heridos después de que el Ejército israelí lanzara un misil que impactó contra un inmueble.

Testigos presenciales afirmaron que la explosión fue muy fuerte y que afectó a un edificio de tres plantas del barrio de Al Nasser, situado al lado de las oficinas de la cadena de televisión por satélite Al Aksa de Hamas, así como a varias viviendas, incluido un orfanato.

Según informó la agencia de noticias palestina Ma´an, el objetivo era un automóvil en el que, al parecer, viajaban dirigentes de la Yihad Islámica.

El director del Departamento de Ambulancias y Emergencia del Ministerio palestino de Sanidad, Muawiya Hassanein, señaló que los servicios sanitarios atendieron a once personas en estado de shock. Cuatro palestinos, algunos con heridas graves, fueron trasladados al hospital Ash Shifa de Gaza.

Blair sigue con su gira

Todo ello mientras Tony Blair, ahora enviado del Cuarteto de Madrid para Oriente Medio, seguía con su ronda de contactos. Ayer se entrevistó con el presidente palestino Mahmud Abbas y el primer ministro nombrado por éste, Salam Fayad. En rueda de prensa, Blair describió su visita como «un momento de oportunidad».

Para Fayad, el ex primer ministro británico, que ha excluido a Hamas, «debe apoyar el proceso de paz y ayudar a conseguir lo que se necesita para poner fin a la ocupación y establecer un Estado palestino».

Hamas ha criticado duramente la postura del Cuarteto. Uno de sus portavoces, Sami Abu Zuhri, acusó a Blair de ser «un instrumento americano-israelí que no tiene nada que ofrecer».