La comparecencia de los corredores del Euskaltel-Euskadi ante la prensa ayer en su hotel de Pau demuestra la ambición que han exhibido desde el inicio del Tour. Así, Zubeldia y Astarloza prefieren atacar hoy para buscar la victoria de etapa que defender su plaza en la general.

Es el cambio de mentalidad que pedían desde su equipo y Haimar lo ha asumido. Además, buscar victorias parciales puede ayudar para la general, como se vio con su etapa del lunes. Sobre el cambio de filosofía dijo que «variar el chip es difícil, pero somos conscientes de que es por nuestro bien y, de vez en cuando, se ven los resultados. Es difícil coger escapadas. El lunes lo conseguí y es la que con más diferencia ha llegado en este Tour. Tuve suerte y además pude disputar la etapa. Es un cambio de mentalidad no sólo en mí, sino en todo el equipo».

Sólo falta la victoria que buscarán hoy: «Será difícil moverse porque estamos cerca, pero intentaremos filtrarnos en las fugas. Habrá control, pero puede haber una posibilidad y lo intentaremos. Estamos dos entre los diez primeros en la general, pero ése es el segundo objetivo. El primero es ganar una etapa».

Haimar muestra su voluntad de «intentar con nuestro esfuerzo agradecer el apoyo de la gente. Hay que escaparse antes de Larrau. Es el recorrido más fácil y la escapada se hará ahí. Vamos a seguir en la misma línea y hay que intentarlo. Si ganamos en el Aubisque todo Euskadi se vendría abajo y el jueves sería fiesta nacional. Hay que tener los pies en el suelo, pero imposible no lo es porque lo hemos rozado varios días y lo vamos a intentar. Los ocho del equipo estamos bien y cualquiera puede ganar».

«Hay que ser ambiciosos»

En la misma línea, Mikel Astarloza se negó a defender sólo su plaza en la general porque «hay que ser ambiciosos. Hasta ahora nos ha ido bien y debemos seguir así. Es lo que nos pide el equipo y la afición. Y está claro que en la etapa del Aubisque hay que ser valiente para intentar lograrla». Además se ha demostrado que buscar las etapas no va en perjuicio de la general, sino todo lo contrario: «Ser valiente nos ha puesto en nuestros sitios y sería bonito aguantar el puesto o mejorar si se puede, pero el primer objetivo es lograr una victoria».

Sobre su Tour, el pasaitarra comentó que «ser regular no me sorprende porque siempre lo he sido, pero no esperaba verme tan adelante. Los Alpes se me dieron muy bien, me coloqué arriba y de ahí en adelante ha sido aguantar e intentar ir con los mejores. Todo el equipo funciona bien y eso acompaña. El que esté todo el equipo bien da mucha moral y nos apoyamos mucho unos a los otros».

Sobre la etapa de hoy comentó que «es la más dura del Tour y es la que más ilusión nos hace. Se pasa por Euskadi, al estar cerca de casa todos los aficionados nos esperan y las pocas fuerzas que nos quedan las vamos a dejar ahí porque luego vienen dos etapas más fáciles y en la última crono no habrá tanto en juego».

Asumió que «estando tan cerca en la general es difícil moverte porque estamos bastante vigilados, pero lo prioritario es ganar una etapa y, si puede ser hoy, sería lo ideal porque después será más difícil y habrá más corredores interesados en ganar. Además pasamos por Euskal Herria y todos los aficionados estarán esperándonos, nos van a animar. No hay muchas fuerzas y la gente nos las dará para estar adelante. El Tour no ha acabado y lo intentaremos hasta el final. El segundo objetivo es colocar un corredor entre los diez. Ahora estamos dos, pero quedan etapas difíciles y si entramos los dos sería genial», declaró un ciclista que espera mejorar el puesto de su primo Iñigo Chaurreau antes de irse con él al Ag2R en el 2002.