Phosa subraya que «no se negocia con los amigos, sino con los enemigos»
Tras las interesantes exposiciones de Roelf Mayer y Brian Currin, la delegación vasca que estos días visita Sudáfrica mantuvo un encuentro con el que fuera uno de los principales negociadores del ANC, Mathews Phosa. Éste recordó que una de sus ventajas fue el hecho de que las partes te- nían voluntad de llegar a un acuerdo. Acuerdo que, como afirmó Phosa, sólo se puede alcanzar mediante el diálogo. «La fuerza policial no arregla el problema», advirtió.
Iker BIZKARGUENAGA |
En el marco de la gira que está llevando a cabo por Sudáfrica el consejero de Justicia de Lakua, Joseba Azkarraga, el martes mantuvo un encuentro con uno de los principales negociadores del Congreso Nacional Africano (ANC) en las conversaciones que dieron fin al apartheid. Se trata de Mathews Phosa, que formó parte del equipo de Nelson Mandela, quien compareció junto al principal negociador del Gobierno sudafricano de entonces, Roelf Mayer, que está ejerciendo de perfecto anfitrión de la delegación vasca.
Phosa, como antes hicieran el propio Mayer y el intermediario Brian Currin, trasladó a los periodistas importantes reflexiones sobre el proceso sudafricano y, además, expresó su opinión sobre la situación política en Euskal Herria.
El dirigente de ANC comenzó su intervención recordando cómo él y los miembros de su partido veían a Mayer, con quien ahora comparte hasta negocios, y al colectivo que representaba «como enemigos». «Nos mirábamos a través de las mirillas de las pistolas», explicó de forma gráfica, para añadir que «él me llamaba terrorista, para él era el enemigo; ahora somo amigos, socios y ciudadanos sudafricanos».
Asumió que el trabajo que les tocó realizar «no fue fácil», pero comentó que «nuestra ventaja era que los principales grupos negociadores crearon una confianza entre ellos, y tenían la voluntad de dar y tomar, y de llegar a un acuerdo».
«La violencia es una excusa»
«Cuando estábamos negociando, la violencia seguía existiendo», recordó a continuación, para subrayar que, precisamente, «estábamos para negociar el fin de la violencia», por lo que valoró que «es una excusa decir que hay violencia para negarse al diálogo».
Siguió evocando los detalles del proceso de paz sudafricano y, a continuación, tras explicar que el consejero de Lakua le había informado sobre la situación que se vive en Euskal Herria, dijo sentir «un déjà vu». «Sigo pensando que un acuerdo negociado es posible», resaltó en referencia a nuestro país, para añadir a renglón seguido que «no hay nada que me diga que la situación sea distinta a la nuestra, salvo que es necesario que todas las partes tengan voluntad de llegar a un acuerdo a través de las negociaciones». Y para subrayar lo que estaba diciendo, afirmó que «incluso hay que negociar la violencia».
Preguntado sobre este aspecto, Phosa volvió a Sudáfrica para señalar que «durante mucho tiempo estuvimos involucrados en la lucha armada, y durante mucho tiempo el partido gobernante nos llamaba terroristas», pero «una vez que acordamos que era necesario hablar, nos sentamos en la mesa mientras la lucha seguía». Las negociaciones continuaron, en este contexto, durante largo tiempo, hasta que «decidimos cesar la lucha armada». Y es que, de hecho, apuntó que «en Sudáfrica nunca hubo un alto el fuego formal».
«El acuerdo político»
En ese momento tomo la palabra Mayer, para confirmar que «se negoció alejar la violencia de la mesa, porque entendimos que el acuerdo político era mas importante».
Volvió a hablar Phosa, quien recordó que incluso un día antes de las elecciones hubo grandes atentados, con muchos muertos, pero que tras los comicios, cuando se dio la palabra al pueblo, «ya no hubo mas bombas». «Las únicas explosiones fueron las de las estufas de gas», añadió entre risas.
Regresando a la situación política en Euskal Herria, el dirigente de ANC dijo «rezar para que haya un acuerdo político», y explicó que se sentía «incomodo con la actitud del Gobierno español de no negociar en torno a una mesa». Una mesa en la que, a su parecer, debería estar todo el mundo. Dirigiéndose al Ejecutivo de Rodríguez Zapatero, apuntó que «no puedes juzgar a quienes van a hablar contigo. No negocias con tus amigos -constató-, no necesitas un acuerdo con tus amigos, sino que tienes que negociar con tus enemigos».
Preguntado si conocía que Arnaldo Otegi, el principal interlocutor de la izquierda abertzale, había sido encarcelado, Phosa dijo que conocía la situación del portavoz independentista, ya que «se ha internacionalizado mucho» su situación. «Aquí también se ha visto que eso no soluciona el problema», agregó, valorando que «la fuerza policial tiene un impacto limitado, pero no arregla el problema, ya que la cuestión es política, y esto es algo que no se puede eliminar».
«No hay alternativa al diálogo»
El negociador de ANC también rememoró que en una ocasión se dirigió a un mandatario africano que quería detener a un sindicalista diciéndole que «si quieres convertirlo en un Mandela, mételo en la cárcel y lo convertirás en un Mandela».
Antes de concluir su alocución, Phosa subrayó que «no hay alternativa al diálogo. Si la hubiera la diría, pero no la hay. Sólo negociaciones, negociaciones y negociaciones».
Tras esta cita en la capital, Johannesburgo, la delegación vasca partió el miércoles a Ciudad del Cabo, donde visitó la emblemática Robben Island, que durante siglos fue utilizada como prisión y lugar de confinamiento, y en la que estuvieron encarcelados los principales dirigentes de la lucha contra el apartheid, entre ellos Nelson Mandela.
Ayer, el grupo encabezado por Azkarraga mantuvo encuentros con miembros de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación y con ex combatientes de diferentes grupos.
«La fuerza policial tiene un impacto limitado, pero no arregla el problema, ya que la cuestión es política, y esto es algo que no se puede eliminar», dijo Phosa, referiéndose a la encarcelación de Otegi.
El que fuera uno de los principales negociadores del Congreso Nacional Africano indicó que se siente «incómodo con la actitud del Gobierno español de no negociar en torno a una mesa».