La explosión de un coche bomba en un mercado del centro de Bagdad mató a, al menos, 21 personas mientras que más de 60 resultaron heridas. Una nube de humo se elevó después del fuerte estallido que también afectó a nueve coches y a un edificio de viviendas y oficinas.

Al oeste de la capital, en el barrio de al Yamea, un soldado iraquí murió en la explosión registrada al paso del vehículo en el que viajaban. Al sur de Bagdad, estalló otro artefacto causando heridas a cinco personas.

Por su parte, el Ejército de EEUU informó de la muerte de tres marines y un marinero cuando participaban en operaciones de combate en Diyala. Asimismo, otro uniformado falleció por disparos de milicianos. La violencia incesante que vive Irak ha provocado el desplazamiento interno de dos millones de iraquíes mientras que más de dos han tenido que buscar refugio en países vecinos.

Ayer, Amnistía Internacional, pidió «ayuda urgente» para los refugiados en Siria y Jordania cuya «situación es desesperada y empeora cada día». Alertó también de que, si no se toman medidas, ambos países pueden sufrir «una crisis humanitaria».