Estudiantes de arquitectura participan en un campo de trabajo en el antiguo monasterio de Arantzazu, tratando de determinar los muros, bóvedas y puertas de piedra de sus sótanos y catacumbas. Las tareas desarrolladas han estado centradas en documentar, digitalizar y hacer planimetría de restos del antiguo monasterio de Arantzazu, descubiertos por el Padre Mendizabal y que aún son inéditos.

En los trabajos realizados en el propio monasterio, los jóvenes han tenido la oportunidad de acercarse a otras vanguardias culturales, algunas de ellas relacionadas con la obra de Jorge Oteiza, uno de los artífices de la belleza de este monasterio.

El de Arantzazu fue el primer monasterio vanguardista a nivel internacional y refleja el pulso y el momento cultural que se dio y vivió en un contexto histórico importante en el que se unieron los proyectos estéticos de Jorge Oteiza, artífice de la estatuario del friso del monasterio, Eduardo Chillida y los arquitectos Sáez de Oiza y Laorga.