La Asociación Lobo Euskadi apuesta por desarrollar una gestión «racional basada en la prevención, y no en el control», para la conservación del lobo ibérico y otros animales carnívoros europeos. Destacó que en los últimos 10 años la tasa media de mortalidad del lobo se sitúa en un 37%, y «entre 1987-2004 de dieron 262 batidas para matar estos animales, fuera de la temporada de caza». Destaca la «relevancia sin par que los depredadores tienen para la supervivencia a largo plazo de la biodiversidad de los ecosistemas que ocupan». En este sentido, asegura que se debe prestar especial atención al reestablecimiento de las comunidades de grandes depredadores allá donde han sido exterminados y donde existan hábitats viables para soportar su presencia. También señala que si en Euskal Herria hay lobos es porque «el medio natural lo permite, a pesar de los esfuerzos en exterminarlos mediante batidas o aguardos ilegales», y denunció la «capacidad de acogida de algunos sectores cuya línea argumental orbita en torno a controlar los lobos y eliminarlos».