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Un diputado general que debe ganarse los apoyos

Las elecciones locales y forales celebradas hace hoy dos meses dejaron en Araba un reparto de escaños que obligaba a la búsqueda de acuerdos para constituir los órganos de gobierno de las principales instituciones. En ese escenario complejo, Xabier Agirre, el candidato de la formación política que quedó en tercer lugar en las urnas el 27 de mayo, fue elegido finalmente ayer diputado general de Araba, aunque no como resultado de sus esfuerzos por aunar voluntades, sino más bien como consecuencia del inmovilismo de PP y PSE.

Tras esta elección, el PNV deberá corregir esa actitud y plasmar su proyecto para Araba teniendo en cuenta que, si bien ha recuperado después de ocho años el gobierno de la Diputación, su posición en la Cámara foral no es precisamente de fortaleza (16 junteros de un total de 51). Tampoco cabe obviar que esa elección ha sido posible gracias a quienes se han resistido a las insistentes presiones de sectores de dentro del propio PNV, para que se alcanzara un acuerdo con el PSE. Las razones externas y también las internas aconsejan al equipo de Xabier Agirre desarrollar una línea de trabajo que posibilite realmente un cambio político en el territorio y que sea capaz de integrar a otros sectores como la izquierda abertzale.

Porque ya en el pleno de ayer, ANV, un grupo mermado como consecuencia de la Ley de Partidos, supo hacer valer sus escaños. Aunque finalmente votó a su propio candidato, fue su anuncio, mediado el pleno, de que impediría que el sillón del diputado general del herrialde siguiera ocupado por un representante del PP o del PSE, el que favoreció que Xabier Agirre fuera elegido. Con ello, ANV dejaba claro que sus votos tienen utilidad y que sus junteros no están dispuestos a asistir pasivos a un mero «cambio de cromos», cuando están en juego decisiones importantes para la población arabarra.

El abanico de opciones ha estado tan abierto hasta el último momento que prácticamente cualquier posibilidad parecía factible, excepto aquella que en un primer momento algunos sectores barajaban como la más realista: el acuerdo PSE-PP. La distancia entre ambas formaciones políticas es evidente en Araba, y tal vez sea ésa la mayor novedad en el mapa político que se abre en este herrialde de cara a la legislatura que acaba de comenzar.

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