Raúl Castro vuelve a tender la mano a EEUU si deja «su política ilegal»
En la habitual celebración del 26 de julio, el vicepresidente cubano Raúl Castro volvió a tender la mano al Gobierno que sustituya a George Bush «si hace a un lado su política arrogante e ilegal». «Si acepta el ramo de olivo que tendimos en el 50 aniversario de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, bienvenido sea. De lo contrario, estamos dispuestos a continuar enfrentando su política», resaltó. Dejó claro que Cuba «nunca cederá ante presiones de ningún país».
El vicepresidente cubano Raúl Castro aprovechó la celebración del 26 de julio -fecha en la que los cubanos conmemoran el asalto a los cuarteles de Moncada y Carlos Manuel de Céspedes en 1953- para hacer un balance crudo y crítico, aunque con toque de humor, de la situación de Cuba y lanzar un mensaje tanto a Estados Unidos como a la comunidad internacional.
Al igual que hiciera en el 50 aniversario de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), celebrado el 2 de diciembre, Castro volvió a lanzar a Washington una oferta de diálogo.
«La nueva Administración tendrá que decidir si mantiene la absurda, ilegal y fracasada política contra Cuba o acepta el ramo de olivo que tendimos en diciembre, cuando reafirmamos nuestra disposición a discutir en pie de igualdad el prolongado diferendo con Estados Unidos», subrayó. Aseguró que si el próximo Gobierno acepta esta propuesta será «bienvenido», de lo contrario, «estamos dispuestos a continuar enfrentando su política de hostilidad, incluso durante otros 50 años».
En este sentido, incidió en que el pueblo cubano «nunca cederá ante presiones de ningún país, ni grupos de países ni hará la más mínima concesión unilateral dirigida a enviarle señal de ningún tipo a nadie.».
Reconoció que los últimos meses «han sido muy difíciles, aunque con un efecto distinto al esperado por el Gobierno de Estados Unidos, que soñaba con el desplome del socialismo». Así, resaltó que «en el último medio siglo, el pueblo no le ha dado un minuto de tregua a EEUU».
Destacó además que estos doce meses son «ejemplo de la madurez, firmeza y confianza de los cubanos en Fidel» y remarcó que «no hay tarea impulsada por el presidente que haya sido paralizada».
Producir más y mejor
No obstante, admitió la necesidad de mejorar cuestiones como el ahorro energético y de producir «más y con mayor eficiencia». «Estamos en el deber de cuestionarnos cuanta cosa hacemos, en busca de transformar concepciones y métodos que fueron los apropiados en su momento pero que han sido superados por la propia vida», manifestó. Entre los retos que afronta el país, Castro citó el problema salarial, uno de los más acuciantes.
«Cualquier incremento de salario o descenso de precios sólo puede provenir de una mayor y más eficiente producción o prestación de servicios que permitan disponer de más ingresos. Para tener más, hay que producir más y con sentido de racionalidad, de forma que podamos reducir importaciones, en primer lugar de alimentos que se dan aquí, cuya producción nacional está aún lejos de satisfacer las necesidades», insisitó. Dejó claro que «no habrán soluciones espectaculares; se necesita tiempo y, sobre todo, trabajar con seriedad y sistematicidad, consolidando cada resultado que se alcance».
En su discurso ante más de cien mil personas en Camagüey, aseguró que Fidel Castro «despliega ya una intensa y valiosa actividad dentro de su recuperación. Ni en los peores momentos de su enfermedad dejó de aportar su experiencia».
En su balance de la situación, afirmó que tienen «el imperativo de hacer producir más la tierra, con tractores o con bueyes». Para ello, afirmó que se deberán «introducir los cambios estructurales y de conceptos que resulten necesarios. En esa dirección se trabaja y comienzan a apreciarse algunos resultados», señaló. Entre esas mejoras, resaltó el avance en la producción y distribución de la leche. Destacó que se ha logrado eliminar «procedimientos absurdos» que retrasaban su reparto y que el objetivo es asegurar este producto a los niños, enfermos.