La operación que llevó a las detenciones de ayer se inició, al menos, hace dos semanas, ya que desde entonces eran vigilados los presuntos militantes de ETA por agentes de la Policía francesa, en colaboración con la Comisaría General de Información española, según afirmaron agencias españolas citando fuentes de la investigación.

Las mismas fuentes indicaron que el azpeitiarra Iker Iparragirre Galarraga y la donostiarra Galder Cornago Arnaez fueron arrestados por la mañana al salir de una vivienda de Rodez (en el departamento de Aveyron, a unos 150 kilómetros al norte de Toulouse). El arresto de Juan Cruz Maiza Artola (natural de Etxarri Aranatz) no se habría producido en el mismo momento, sino que se habría esperado a que llegara una orden judicial que permitía a los agentes entrar en la vivienda. El registro del piso y de un coche se prolongó durante la tarde.

Como es habitual, las primeras informaciones oficiales no llegaron por boca de las autoridades de París, sino por la del ministro español de Interior.

«Altísima responsabilidad»

En una comparecencia efectuada en Madrid para abordar otro tema, Alfredo Pérez Rubalcaba habló de la «fuerte pérdida» que para ETA supone la detención de Maiza Artola, de 56 años, al que situó al frente del «aparato logístico» y con «una altísima responsabilidad» en la organización armada, y al que calificó como «militante veterano» con «un historial delictivo muy importante».

Precisamente, la agencia Europa Press se hacía eco ayer de que, según informaciones publicadas en los últimos meses por medios españoles, Maiza «habría formado parte de alguna de las delegaciones que ETA envió» a reunirse con emisarios del Gobierno español durante el alto el fuego, que fue suspendido el pasado 5 de junio.

Por su parte, el secretario de Organización y Coordinación del PSOE, José Blanco, resaltó que estas detenciones son «una buena noticia que confirma la enorme eficacia» de las FSE. «Estamos también ante la prueba más clara de que, en contra de lo que algunos políticos y opinadores dijeron y siguen diciendo, el Estado no bajó la guardia ni un sólo minuto durante los meses que duró el alto el fuego de ETA», comentó a través de su blog personal en Internet.

Maiza fue condenado en rebeldía el pasado año por el Tribunal de París por su supuesta responsabilidad en «los comandos de reserva de ETA en la región de Burdeos». Las FSE también le vinculan con varios atentados mortales contra militares y policías registrados durante la década de los años 80.

Galder Cornago está acusada de formar parte del «aparato logístico de ETA» desde hace unos cuatro años. En 2004 fue identificada por las autoridades españolas como «integrante de la estructura encargada de suministrar armas y explosivos».

Iker Iparragirre también era buscado por la Guardia Civil y la Policía española desde el año 2005, cuando logró eludir el cerco policial en una operación que se saldó con varios detenidos en Euskal Herria.

Fuentes judiciales francesas indicaron que los tres permanecían en dependencias policiales en Toulouse y que no serán trasladados a París hasta el lunes.

Mientras, Pablo Aperribai, detenido el miércoles en Lannemezan, continuaba detenido en Baiona y en unas semanas podría ser puesto a disposición de los tribunales españoles en aplicación de una euro-orden que notificará mañana la Fiscalía del Tribunal de Apelación de Pau.

En Berango se llevó a cabo ayer una manifestación en solidaridad con Aperribai, y se realizará otra el domingo. En el barrio donostiarra de Gros, de donde es vecina Cornago, se movilizaron 100 personas.