La letrada y mahaikide Jone Goirizelaia acusó ayer al PNV de «manipular la realidad» sobre las conversaciones a tres bandas llevadas a cabo por el PSOE, la izquierda abertzale y la formación jeltzale en el santuario de Loiola el pasado otoño, con el fin de ocultar la responsabilidad de los jeltzales. Consideró que la formación de Josu Jon Imaz, para «tapar sus propias miserias y frustraciones», intenta «levantar una cortina de humo y está manipulando los datos y manipulando la realidad».

La representante de la izquierda abertzale reiteró de nuevo que el problema estribó en todo momento en la falta de concreción sobre aspectos tan elementales para el acuerdo político como la vertebración territorial del país y el derecho a decidir. Reconoció que en las conversaciones de Loiola sí se habló de esas cuestiones nucleares, pero «en términos muy genéricos, muy difusos, y tan amplios que luego cada uno los podía interpretar de una manera o no interpretarlos».

Defendió que la izquierda abertzale intentó que esos términos se concretaran porque «si todo es muy amplio el problema está luego en las interpretaciones y en la concreción», tal y como ocurrió.

«Traspasar responsabilidades»

Goirizelaia salió así al paso de lo publicado en los últimos días por varios medios de comunicación sobre las conversaciones de Loiola, y acusó sin tapujos al PNV de «filtrar» detalles de las negociaciones.

Para la mahaikide estas «filtraciones» responden, por una parte, a que los resultados electorales «no han sido en absoluto buenos» para los jeltzales y, por otro, a «los problemas internos» que, a su entender, atraviesan. Pero añadió que, sobre todo, «tiene que ver con una idea que constantemente el PNV quiere hacer, que es quitarse la responsabilidad y traspasarla a otras personas o a otras organizaciones o a otros partidos políticos como si en nada de lo que pasase en Euskal Herria el partido tuviera esa responsabilidad».

En su opinión, el problema básico radica en que «no se ha querido concretar el derecho a decidir» e insistió en que ése fue «el auténtico problema y el auténtico eje sobre el que giró la discusión». Negó así las acusaciones vertidas por el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, sobre que fue la fuerza independentista la que presentó un texto diferente al «consensuado» con anterioridad entre las tres formaciones que se sentaron en el santuario de Loiola.

«El PNV, para tapar su propias miserias y sus frustraciones, está intentando levantar una cortina de humo», señaló de forma tajante la dirigente independentista. Y es con esa finalidad por lo que Goirizelaia entiende que la formación jeltzale ha optado por «manipular la realidad».

Profundizando en la falta de concreción en los términos esenciales para alcanzar el acuerdo político, la política vizcaina señaló que fue en ese momento, en el de la concreción, cuando el PNV «hizo el papel de seguidismo total y absoluto, y el trabajo a Madrid», al preferir apostar «por el no proceso, el no acuerdo, y el no a la solución». Y todo ello, para poder mantener el actual estatus jurídico-político en el que «están muy cómodos» por su poder de gestión.

No obstante, Goirizelaia reiteró que el camino a seguir debe ser el del diálogo y el acuerdo político, y que hay retomar el proceso partiendo de los avances conseguidos ese proceso.