Miguel Martín, director del Jazzaldia de Donostia que se clausuró la noche del pasado domingo, hizo ayer un balance sobre la actividad de esta edición e informó que «durante este año, el festival ha reunido entre los espacios gratuitos y los de pago a 134.940 personas, un 15 por ciento más que en la edición anterior, la cual, a su vez, ya había superado la asistencia de 2005».

El director del Jazzaldia también hizo una evaluación artística, en la cual tuvo en cuenta aquellas actuaciones que dejaron satisfecho a un mayor número de gente. Miguel Martín citó así los conciertos de Chick Corea y Gary Burton, de Pat Metheny y Brad Mehldau; de Van der Graaf Generator, en su regreso; de Elvis Costello y Allen Toussaint, con el que se cerró el domingo el festival, y el «magnífico y estupendo» concierto del saxofonista Wayne Shorter, una leyenda del jazz, quien además recibió el premio Donostiako Jazzaldia de este año.

«Un concierto extraordinario»

Martín declaró que «con un festival que ha reunido tal número de actuaciones y variedad de estilos, todo el mundo ha encontrado al menos un concierto extraordinario, un concierto de altura inigualable que formará parte de su memoria y de la del Jazzaldia».

El director explicó que la mayoría de la gente se reunió en la playa de la Zurriola y las terrazas del Kursaal, que son «un gran atractivo al aire libre hasta altas horas de la noche». Es allí precisamente donde se celebró la Jazz Band Ball, la jornada inaugural y su sucesión de conciertos que saltaron de un escenario a otro y que tuvo gran variedad de estilos en los cuales no se olvidó al público juvenil. Además, los escenarios del Kursaal, la Plaza de la Trinidad y el recién recuperado teatro Victoria Eugenia sumaron un total de 24.831 espectadores, unos 4.000 más que en la 41 edición. En dichos espacios tuvieron lugar los grandes conciertos mencionados por el director del Festival, entre ellos los de Pedro Iturralde, Brian Ferry, Madeleine Peyroux, Stacy Kent e Isaac Hayes, que fueron muy aplaudidos.

Al festival de este año se le añadió un día más, ya que la propia jornada de inauguración tuvo lugar en el Peine del Viento de Eduardo Chillida, coincidiendo con el 30 aniversario de esta simbólica creación.

Miguel Martín no olvidó mencionar que la edición ha estado acompañada de un agradable clima, «sin un solo chaparrón» después de tantos días de lluvia que habían acompañado al mes de julio.