El oficial retirado del antiguo Ejército yugoslavo Vladimir Kovacevic, alias «Rambo», fue acusado ayer por la Fiscalía especial serbia de «crímenes de guerra contra la población civil y el cañoneo» de la ciudad adriática croata de Dubrovnik en diciembre de 1991, durante la guerra desatada tras la independencia de Croacia de Yugoslavia.

Según la acusación, Kovacevic y las unidades bajo su mando dispararon cientos de proyectiles al casco viejo de Dubrovnik y causaron la muerte de dos personas y heridas a otras tres.

También resultaron destruidos e incendiados seis monumentos históricos y arquitectónicos declarados Patrimonio Mundial por la UNESCO, y fueron dañados 46 edificios, según la acusación divulgada ayer por los principales medios de comunicación serbios.

El caso de Kovacevic fue transferido en mayo pasado a las autoridades judiciales serbias por el Tribunal de La Haya.

Kovacevic, junto con otros dos oficiales yugoslavos, había sido acusado por el Tribunal de La Haya de «crímenes de guerra», pero no llegó a participar en un proceso por los graves problemas siquiátricos que padece.