«El Homo Antecessor practicaba el canibalismo sistemáticamente»
GARA | RAMALES
El codirector de excavaciones de la Sierra de Atapuerca, José María Bermúdez de Castro, explicó ayer que «parece ser que el Homo Antecessor que habitó en la Sierra de Atapuerca practicaba el canibalismo de manera sistemática», durante su conferencia en el ciclo de los Cursos de Verano de la Universidad de Cantabria (UC).
El experto apuntó la necesidad de cambiar la visión de una práctica puntual por la de «un canibalismo continuado en el tiempo de tipo cultural-gastronómico» y destacó que el tema se discute desde hace dos años y de forma más intensa tras las últimas excavaciones.
Bermúdez de Castro también habló de la posición filogenérica que ocupa el Homo Antecessor, sobre su procedencia porque «al principio» se suponía «que venía de África» y ahora se ve «más probable un origen euroasiático con la primera salida de los homínidos fuera de África».
Sobre los últimos hallazgos
El codirector de excavaciones de la Sierra de Atapuerca también habló sobre el último hallazgo, un premolar humano, que es el resto fósil humano más antiguo de Europa occidental. La pieza dental fue hallada en el nivel TE 9 del yacimiento de la Sima del Elefante que ya había proporcionado restos de algunas especies de mamíferos. También aparecieron, según afirmó, numerosos restos de aves y de un pequeño ratón, que permitía aventurar una cronología de más de un millón de años para este nivel. El estudio de paleomagnetismo en el yacimiento de la Sima del Elefante también confirmó que el nivel TE9 se depositó durante el Pleistoceno Inferior así como su antigüedad de más de un millón de años.
El yacimiento de la Gran Dolina ocupó otra parte de la charla del director del Consorcio del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, que explicó de manera exhaustiva el hallazgo, en julio de 1994, de un centenar de restos humanos de una especie desconocida hasta entonces y asociada a numerosos instrumentos de piedra.
Tres años más tarde, la revista «Science» hizo pública la denominación de una nueva especie, el Homo Antecessor, el primer colonizador de Europa, con una antigüedad de 800.000 años.
Se retrasaba así en al menos 300.000 años la primera llegada de los homínidos al extremo más occidental del gran continente eurasiático.