Txotxe Andueza Periodista
El camino del cambio
Parece de Perogrullo, pero hay que recordarlo, porque da la impresión de que cuando se reclama un cam- bio en una situación que corresponde gestionar a representantes políticos e institucionales, no siempre éstos entienden que se esté pidiendo una mejora. Lo mismo cabe decir de los cambios que son iniciativa política-electoral: no siempre que se promete un cambio, los representantes políticos e institucionales están hablando de buscar la manera de efectuar mejoras en la situación de la mayoría.
Desde el pasado 27 de mayo, cada vez que hablamos de cambio político miramos a Nafarroa. Y mira tú por dónde, de allí ha venido uno de esos cambios que no necesariamente tienen que ser a mejor, aunque no ha sido el Gobierno foral el que ha hecho el relevo prometido, sino la Iglesia. Y no me digan que no tiene gracia el hecho de que a Fernando Sebastián, famoso por su gusto por los tocados militares, las procesiones de desagravio y los partidos ultra-confesionales (en lo político y en lo religioso), le sustituya quien ha sido arzobispo del Ejército español desde el año 2003. ¡Esto sí es un cambio! En lugar de procesiones... ¡a desfilar! ¿Traerá consigo a Blanquita?
En todas las demás instituciones locales y forales de Hego Euskal Herria se ha producido ya el relevo. En algunos casos, de forma sonada. Y, desde luego, con la pinta de que, como dice una de las leyes de Murphy, no hay situación que no pueda empeorar. Miren si no a Ondarroa, a Mendexa o a todos los pueblos en los que se ha hurtado a una parte de la población la posibilidad de estar representados en los lugares en los que se toman decisiones que les afectan y que se pagarán, también, con el dinero de sus impuestos.
Pero las apariencias engañan. Y es que incluso allá donde cabría suponer que con el relevo efectuado tras las elecciones debiera haber una mejor relación de las autoridades municipales con la ciudadanía -caso de Gasteiz- en poco tiempo, la esperanza empieza a desvanecerse: Por primera vez en la historia, un alcalde, y ha sido el socialista Lazcoz, ordena vetar en la balconada de San Miguel a los representantes de un grupo juntero, en este caso el de ANV. ¿Es ése el camino del cambio?