Los talibán dieron ayer un nuevo plazo al Gobierno afgano, que expirará a las 9.30 horas de hoy, para salvar a los 21 rehenes surcoreanos que continúan vivos, después de que sus secuestradores ejecutaran a dos de los 23 misioneros capturados el 19 de julio.

Los talibán exigen la excarcelación de ocho presos a cambio del mismo número de surcoreanos, antes de iniciar nuevas negociaciones para liberar al resto de rehenes, pero las autoridades afganas rechazan el canje y reclaman la liberación sin condiciones de todas las mujeres secuestradas, en nombre de «los valores del Islam» y por respeto a las tradiciones afganas.

El nuevo ultimátum fue dado tras ejecutar el lunes por la tarde a un segundo rehén, cuyo cuerpo fue hallado ayer maniatado y con varios disparos en la cabeza.