El Supremo falla a favor de los vecinos y anula la nueva planta de Arazuri
El Tribunal Supremo dio a conocer el pasado martes el fallo que admite el recurso presentado por el Concejo de Arazuri y el Ayuntamiento de Cendea de Oltza en contra de la planta de biometanización que la Mancomunidad de Iruñerria estaba construyendo en Arazuri.
GARA |
El Concejo de Arazuri ha informado de que el pasado martes fue notificada la sentencia por la que el Tribunal Supremo «ha anulado definitivamente el Proyecto Sectorial de Incidencia Supramunicipal (PSIS) para la gestión de Residuos Urbanos en Arazuri y Gongora, promovido por la Mancomunidad de Iruñerria». Este proyecto fue aprobado por el Gobierno de Nafarroa en octubre de 2001, y la correspondiente Declaración de Impacto Medioambiental (dependiente de Medio Ambiente), dos días más tarde. De esta forma arrancaba el proyecto que preveía una nueva planta para el tratamiento de residuos en las actuales instalaciones de la Depuradora de Arazuri, y otra en Gongora, dentro del vertedero del Valle de Aranguren. Las obras comenzaron en noviembre de 2004, con un presupuesto superior a 17 millones.
Mientras tanto, los vecinos afectados se oponían, dando lugar a un largo proceso judicial: el concejo de Arazuri y el Ayuntamiento de la Cendea de Oltza interpusieron un recurso contencioso-administrativo contra el acuerdo del Gobierno y la aprobación de la Declaración del Impacto Medioambiental, apelando a la Ley estatal que prohíbe «actividades molestas, insalubres y nocivas» a una distancia inferior de 2.000 metros de los núcleos urbanos. El tratamiento de residuos urbanos (basuras) se sitúa entre dichas actividades. El pueblo de Arazuri se encuentra a 675 metros de las instalaciones; Gazolaz se halla a 1.400 metros, y Barañain a 1.880. El Tribunal Superior de Justicia de Navarra (TSJN) desestimó el recurso en julio de 2003, alegando que la normativa de Nafarroa no establecía el criterio de la distancia y se centraba en las medidas correctoras para minimizar las afecciones generadas por la nueva planta.
Paralización de las obras
En octubre del mismo año, el Concejo de Arazuri y el Ayuntamiento de la Cendea de Oltza recurrieron ante el Tribunal Supremo, que no se había pronunciado hasta ahora. Después de cuatro años, ha fallado a favor de los recurrentes, en una decisión irrevocable, prohibiendo nuevas instalaciones para gestionar los residuos urbanos en Arazuri y Gongora.
En estos cuatro años el proceso no ha estado paralizado. El Ayuntamiento de Aranguren, por su parte, había recurrido los mismos acuerdos de Gobierno y de Medio Ambiente, pero la resolución del TSJN no llegó hasta enero de 2005, cuando en este caso sí estimó el recurso. El cambio de criterio se debió a que, en medio de las dos resoluciones, en julio de 2004, el Supremo resolvió prohibir la implantación de un tratamiento de residuos tóxicos en las instalaciones de Arazuri por la cercanía del núcleo urbano. Por ello, el TSJN tuvo que aceptar el recurso de Aranguren. Conocido ese fallo, el Concejo de Arazuri y el Ayuntamiento de la Cendea solicitaron al TSJN la paralización de las obras, a la espera de la decisión del Supremo. En octubre de 2005, con el 70% del proyecto realizado, se anularon cautelarmente las obras.
El Supremo da por válidas las razones de la distancia y la falta de un estudio de alternativas en la realización de la Declaración de Impacto Medioambiental.
La inversión que han supuesto para la Administración las obras de la nueva planta ha quedado sin validez con el fallo del Tribunal Supremo. La Mancomunidad de Iruñerria se lamenta ahora, aludiendo a la pérdida de la subvención obtenida desde Bruselas y también al problema de los residuos, ya que se supera la cota permitida para su enterramiento y deberá resolver el problema. Desde el Concejo de Arazuri han comentado que algunas voces ya se han alzado para señalarlos como culpables de dicho problema, pero han recordado que «la responsabilidad es de la Mancomunidad, que sin debate y consenso, ha querido imponer este proyecto».
En Nafarroa son muchos los proyectos que se han realizado de esta manera, pero esta vez, con la oposición de fuerzas sociales y la firme decisión del Concejo de Arazuri y el Ayuntamiento de la Cendea de Oltza de seguir la vía judicial, han ganado los vecinos afectados. El debate debe centrarse ahora tanto en la ubicación de las plantas como en el tratamiento dado a los residuos.
Jasone MITXELTORENA