Ayer se cerró el plazo para que los clubes abonaran las deudas contraídas con sus futbolistas y el proceso concursal en el que está inmerso el club albiazul salvó al Alavés de un posible descenso administrativo.

Según los datos ofrecidos por la AFE, el conjunto gasteiztarra es el equipo profesional que más dinero adeuda a sus profesionales de la pasada campaña ya que las 26 denuncias recogidas en su asociación ascienden a 5,1 millones de euros.

Al contrario que los demás equipos de la Liga de Fútbol Profesional implicados; Valladolid, Salamanca, Elche, Hércules y Celta, los albiazules no debieron hacer frente a los pagos por estar inmersos en un proceso concursal en el que los jugadores son un acreedor más.

En concreto, la deuda contraída con los jugadores supone un 22% de la deuda oficial del equipo gasteiztarra, cifrada en 23 millones de euros.

La Comisión Mixta, formada por el sindicato de futbolistas, AFE, y la Liga de Fútbol Profesional (LFP), es la que decide el descenso de los clubes que arrastran deudas, pero la posición de la LFP, que tiene por norma no descender a los equipos en proceso concursal, salvó al Alavés del descenso.

Goleada ante el filial

Al margen de todos estos problemas burocráticos y con la seguridad de que la próxima temporada estarán en Segunda, la plantilla albiazul sigue entrenándose en dobles sesiones. Para aliviar un poco el ritmo de trabajo, Josu Uribe decidió jugar un partidillo ayer con los jugadores del filial.

Los futbolistas de la primera plantilla no tuvieron piedad de los jóvenes y se impusieron por un rotundo 7-1. El delantero andaluz Raúl Sánchez fue el protagonista del ensayo al marcar tres de los siete tantos. Igor, Miguel Pérez, Pablo Casar y Wellington lograron el resto, mientras que el tanto del filial lo logró Borja al transformar un penalti.