Murdoch, el magnate de la prensa y defensor del más rancio conservadurismo
El magnate de los medios de comunicación Rupert Murdoch consiguió hacerse con la propiedad de Dow Jones, empresa editora del emblemático diario financiero «The Wall Street Journal» tras tres meses de negociaciones con la familia Bancroft y abonar 3.650 millones de euros.
J.M. URIBARRI
El imperio mediático creado por Rupert Murdoch (Melbourne, 1931) se extiende por los cinco continentes. El gigantesco grupo propiedad del magnate estadounidense de origen australiano, que responde al nombre de New Corporation, está valorado en más de 50.000 millones de euros, cuenta con alrededor de 800 empresas, más de 45.ooo empleados y, en su firmamento, brillan la cadena de televisión Fox News, los estudios de cine 20th Century Fox, el sitio en internet MySpace, y el diario británico «The Times» entre las 176 cabeceras que controla en todo el mundo y las decenas de cadenas de televisión. A este fabuloso tesoro ha añadido Murdoch el diario económico más «prestigioso», «The Wall Street Journal», la influyente mancheta del grupo Dow Jones y auténtica biblia de las finanzas. Una codiciada pieza propiedad de la familia Bancroft en los últimos 102 años.
La adquisición de Dow Jones ocurre en el momento en el que Rupert Murdoch va a lanzar a mediados de octubre su propia cadena de televisión financiera y pretende extender la presencia de «The Wall Street Journal» en Europa y Asia.
La compra ha provocado un debate en determinados círculos estadounidenses sobre los «valores del periodismo», e incluso se asegura que la venta ha provocado la «preocupación» de la familia Brancoft ante el temor de que Murdoch no respete la línea editorial del diario -se ha creado un comité para que eso no ocurra-. Esa garantía recuerda, no obstante, la que Murdoch hizo cuando compró «The Times» de Londres en 1981. Un año después, cuando el vicedirector del periódico le recordó a Murdoch las garantías de independencia que había concedido, el propietario le respondió: «Por Dios, no tome todo eso en serio ! ¿Por qué no puedo dar instrucciones al Times, si lo hago con todos mis otros diarios?» («Le Monde Diplomatique»).
Sin embargo, el tono conservador o de derechas que destila el diario no debería ser un problema para Murdoch, al contrario. Lo que ocurre es que el magnate, además de ser un hombre de prensa gusta de la intriga política, y ahí sus referencias ideológicas y sus amigos son tan peligrosos como él. Su poder e influencia son incuestionables y se ha ganado merecida reputación de sostener a Ronald Reagan, George W. Bush, Tony Blair, Margaret Thatcher. Todos ellos le deben mucho. También ha fichado a José María Aznar como consejero de New Corporation.
En un retrato reciente que le dedicó «The New Yorker», la revista afirma que Murdoch desempeñó un papel decisivo en la elección del alcalde de Nueva York en 1977, apoyando a un candidato prácticamente acabado en los sondeos, y así lo confesaba ED Koch, que después fue alcalde hasta 1989.
En EEUU, su cadena de televisión Fox mantiene posiciones muy conservadoras y apoya de manera incondicional la política «preventiva» de agresiones de George W. Bush en la llamada «lucha contra el terrorismo». Al respecto, el humorista Stephen Colbert ironizaba en abril de 2006 indicando que «Fox News les da las dos versiones de cada información: la versión del presidente y la versión del vicepresidente».
En Gran Bretaña, los periódicos del magnate australiano fueron los entusiastas apoyos de la política conservadora de Margaret Thatcher y de su sucesor John Major. Sin embargo, en 1997 Murdoch sorprendió cuando sus diarios «The Sun» y «News of The World» daban su apoyo al laborista Tony Blair. ¿Qué había pasado? Lo recordaba «The New Yorker» al publicar cómo el futuro primer ministro británico a partir de 1995 recorría 14.000 kilómetros para participar en una conferencia de News Corporation y así obtener los favores de Murdoch.
«Le Monde Diplomatique» indicaba en su edición de agosto que antes de las elecciones británicas de 1997 firmó un pacto secreto con Alastair Campbell, consejero de Tony Blair, para asegurarse que el librecambismo y el atlantismo del jefe laborista no ponían en tela de juicio la herencia de Thatcher. Murdoch prometió el apoyo de sus periódicos «The Sun», «News of The World», «The Times» y «The Sunday Times» al victorioo Tony Blair. Esa es su verdadera línea editorial, una mezcla de intereses políticos, económicos y financieros.
La compra de grupo Dow Jones por Rupert Murdoch también ha actualizado el sonado «fichaje» como consejero del ex presidente de gobierno español José María Aznar por News Corporation en junio de 2006. Antes, y hasta esa fecha, Aznar, apenas cuatro meses después de abandonar el cargo de presidente del Gobierno español, comenzó a cobrar 10.000 euros mensuales en concepto de «servicios de asesoría a la compañía» del magnate, pagos que se realizaban a través de una empresa denominada Famaztella SL, que Aznar tiene constituida junto a su esposa, Ana Botella.
El consejo de Administración de News Corporation cuenta con catorce miembros y se reúne entre ocho y diez veces al año en cualquier parte del mundo.
De momento, Murdoch no ha dado más pasos en el Estado español, aunque en 1992 compró el 25% de Antena 3, hasta que la cadena de televisión fue comprada en 1997 por Telefónica.
GARA